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miércoles, 31 de marzo de 2021

PERSONA

 



 

El sueño imposible de ser. No de parecer, sino de ser

 Ingmar Bergman. Persona

 

 

Me llamaste, ¿recuerdas mamá? Estabas en el corral

y sujetabas un conejo, de las patas traseras,

con una mano. Lo mantenías boca abajo, y de vez

en cuando el animal daba una violenta sacudida

para zafarse, pero tu mano diminuta y plagada

de sabañones, tenía la firmeza de un cepo. Me dijiste:

debes aprender a matarlos, ya casi eres un hombre.

 

¿Cuántos años tenía? ¿doce?, ¿trece?...

¿A qué venía tanta prisa? Aunque me fui pronto de casa,

la carrera de un hombre es muy violenta y larga, demasiados

conejos sacrificados en el camino. Estoy muy cansado

de ser un hombre, mamá. Yo sólo quería ser un payaso,

sé que no lo has olvidado, porque me lo recordaste

tú misma durante una de mis visitas.

 

Ya va siendo hora de arrancarme una a una

todas estas máscaras, manchadas de miedo y de sangre,

con las que he ido ocultando mi cara a lo largo de los años

(aunque el payaso ya no aparecerá, pues fue la primera

víctima del hombre), y ver si ahí detrás todavía queda

al menos una persona. Una buena persona.

 

¿Me oyes, mamá?


Patricio Rascón. Inédito

martes, 30 de marzo de 2021

GORE

 

¿Deberíamos jugarnos la vida por alguien

estando en un sitio seguro?

 George A. Romero. La noche de los muertos vivientes

 

Anochece mientras paseo

en compañía de mis perros

por las calles desoladas del pueblo.

 

En las ventanas de las casas

se reflejan las llamaradas

furibundas de las televisiones.

Todas emiten la misma

película gore en blanco y negro.

 

Cuando apaguen sus aparatos,

los telespectadores se irán

a la cama pensando

como cada noche

que los infectados están afuera.



Patricio Rascón. Inédito

lunes, 29 de marzo de 2021

COMPRARÉ LA CASA DE MIS PADRES

 



 

Defenderé la casa de mi padre

Gabriel Aresti

Nunca deseé tener nada en propiedad, pero

ahora que el viejo ha muerto y mi madre por fin

se ha podido ir a vivir a una planta baja voy

a comprar la casa de mis padres: un modesto

piso de protección oficial, en un barrio

habitado mayoritariamente por mineros,

que fueron enterrados en vida hace muchos años.

 

No recuerdo cuántas veces me expulsó papá,

o me prohibió la entrada, en aquel hogar de ladrillo

barato. Tampoco voy a decir que yo fuera un santo,

pero ningún hijo se merece que su propio padre

lo desahucie, aunque él me dejaba siempre bien

claro que esa no era mi casa.

 

Por eso voy a comprarla, y blanquearé la sucia

hipoteca de dolor y rabia incrustada en las paredes,

pues el rencor enmugrece.

 

Y siempre habrá una habitación lista para

que se hospeden la alegría y la ayuda mutua

en esta casa.



Patricio Rascón. Inédito

Fotografía de Carmen Lourdes Fdez. de Soto

domingo, 28 de marzo de 2021

BONDAGE (1939-2021)

 



 

Incluso he visto gente, a las que,

habiendóseles movido un poco

se la vuelven a colocar correctamente.

Antonio Orihuela

 

Cuando nacieron nuestros padres los

taparon con vendas y mordazas. Cuatro

décadas después, les quitaron las vendas y

las mordazas y les dijeron: Sois libres.

 

Pero ellos ya no eran nada.

 

Al nacer nosotros, no nos fue mucho

mejor: bastó con saturarnos los ojos de

imágenes y ensordecernos con palabras.

 

Nos creímos libres.

 

Ahora somos clase media.



Patricio Rascón. Inédito

sábado, 27 de marzo de 2021

VOLVIENDO DE UNA NOCHE DEMASIADO LARGA




Volviendo

de una noche demasiado larga,

en un STOP,

y mientras Nick Cave 

cantaba 


People is not good 


un tipo salido de en medio de la nada 

se me acercó 

y abriéndose el mono azul 

me dijo 

que acababa de salir del curro 

y que su padre estaba en el hospital. 


Me desvié de mi camino 

y lo dejé en las puertas del Santa Elena. 


Si ahora os cuento todo esto 

no es por lirismo 

o por mostraros los cojones que tengo, 

es para deciros 

que si tenéis el lujo 

de tener coche

y dinero suficiente como para poder volver de marcha 

a las cinco de la mañana,

y encontráis en un STOP 

a un tipo que os pide que le acerquéis al hospital,

no lo dejéis silbando una canción de Nick Cave 

que dice 


que la gente 


ya no es buena. 



Antonio Orihuela. Esperar sentado. Ed. Ruleta Rusa, 2017

Carmen Lourdes Fdez. de Soto

viernes, 26 de marzo de 2021

3 fragmentos de DESDE AL-ÁNDALUS (CARTAS A ORIA) de PEPE VAROS

 


 

Tú no lo entiendes, y aun contrariamente, no sabes de la niebla en el cuerpo, de los valles ocultos y el vértigo aplazado. No me han dado las claves, ventanas íntimas aún a mi medida justa, pero espero a que lleguen a tiempo al próximo invierno:

 

Invierno distraído en una eternidad

de nieve, coherente a su víctima

de corazón: blancas las barbas, a racimos

las lágrimas, y unos muros de iglesia

en cinco horas fugadas. Dos vidas

juntadas desde el origen cierto

hasta una inmensa mar y a la ternura.

 

Plata como de escarcha, transparente,

vestidos piedra al otro centro del frío:

Tarde como el invierno en que llegamos.

 

 

 ***


Nunca supe mucho de las apuestas que los cuerpos discuten. Qué la maldición produce urticaria, que el engaño no es sólo un desnudo, que mi manía siempre era, y es, un síndrome de ángel. Todo un desorden llevándolo con impaciencia hasta nuestra casa. Supongo que tú también habrás pensado en volver a colgar aquel lienzo de los patos verdes, o a organizar otra orgía de pies…

 

Y a saltos, el pan en la mochila

entre la seducción de la tierra

y la vida en la mar. Y a tragos,

el vino agrio que se rinde

al vaho imperfecto.

 

Lo más dulce siempre termina

entre ruinas y margaritas mojadas.

 

***


Y revolvemos el aire de las moreras, o al menos eso recuerdo. Miro a la sombra saliendo por la puerta de un bar de poetas. Bebía alcohol por la necesidad de retardar la batalla entre dos rosas azules expuestas en un escaparate. Era noche y verano, y sin camisas en la nada, olvidando. La libertad de los cariños sólo supone abandonarla en estas inmensas rías sin vida. Y recuerdo otros silencios, otras crisis de viajero. Lo mío sólo es un mundo de locos pendencieros.

 

Estrenamos la cal de calle con los campos

del cáncer. Y a la casa, ese almidón que le faltaba.

Entonces sabremos cómo serán los pinares

de papel, y los olvidos de todo lo que sobra.

 


 Pepe Varos. Desde Al-Ándalus (cartas a Oria). Editorial Nazarí, 2021

jueves, 25 de marzo de 2021

QUIZÁS VALIÓ LA PENA


 

Quizás valió la pena, pero todos los pájaros han destinado sus besos para una escena perdida entre raíces y otros pámpanos.

 

¿Habláis de amor?

 

... De trigo cansado,

de un gorrión de paja,

y una mariposa de tela.

 

 


 Pepe Varos. Desde Al-Ándalus (cartas a Oria). Editorial Nazarí, 2021

miércoles, 24 de marzo de 2021

Y EXPLOTAN LAS TARDES EN APLAUSOS


 

 

Y explotan las tardes en aplausos. A pie del signo escrito cuento también el tiempo de la historia, señales de paisajes híbridos y quebrados entre los besamanos.

 

Desde mi tiempo estaré en tu tiempo

aprendiendo de urgencias y de espumas.

 

Desde mi lado estaré a tu lado

convertido en un juego de suerte.

 

Desde mis ojos estaré en tus ojos

arrancado a la luz de su ternura.

 

Y detendré mis piernas,

contaré arenales,

y besaré el final acostumbrado.

 

Hoy y antes que las estrellas

nazcan desde donde el destino las consuma.



Pepe Varos. Desde Al-Ándalus (cartas a Oria). Editorial Nazarí

 

martes, 23 de marzo de 2021

ENERGÍA OSCURA

 



La tabernera Siduri diciéndole a Enkidú
que se olvide de todo
y disfrute de los placeres de la vida
porque no otra cosa significa ser mortal.
 
Gilgamesh viendo cómo la planta
de la eterna juventud
que crece en el fondo del Mar de la Muerte
es devorada por la serpiente del sueño y el tiempo
sin que él pueda hacer nada.
 
Edith convirtiéndose en sal común
en nombre del patriarcado.
 
Plinio subiendo al Vesubio en plena erupción
para observar el fenómeno de cerca.
 
Fernando de Aragón comiendo escarabajos verdes
para que Germana de Foix no notara
que la acababan de casar con un viejo.
 
Jean Baptiste Lully marcando el compás
con una barra de hierro.
 
Francis Bacon enterrando un pollo en la nieve
para comprobar si el frío es un buen conservante
para los alimentos.
 
P. B. Shelley dejando a medias su poema
The triumph of life
porque hace un hermoso día de verano
para navegar a vela.
 
Alfred Jarry pidiendo, como último deseo,
un mondadientes.
 
La superiora de las Siervas Adoratrices
del Santo Sacramento
tañendo las campanas cada vez que hay un mitin
en la Casa del Pueblo
para ahogar con ellas la voz de los oradores.
 
El Carbonerillo cantándole al Tumba de Triana:
la pena grande se llora y con el llanto se va,
lo malo es la pena grande que no se puede llorar.
 
Federico García Lorca aprobando
toda la carrera de Derecho
en un solo año después de llevar ocho matriculado.
 
Francisco Maroto diciéndole a sus compañeros
de trinchera
que es mejor perder la guerra, porque si la ganan
los fascistas serán entonces ellos.
 
Philippe Soupault esperando a nadie una hora
que pasó hace mucho.
 
La boca azul de El Bizco Amate
contraída más allá de la nada
y los ojos nublados de Tajaita
el día después de la riada.
 
El niño de la escuela Cervantes de Montevideo que
asiendo la mano de Juan Ramón Jiménez le dice
“Señor, cuando yo muera, quiero ir al mismo cielo
que usted”.
 
María Steiner enterándose,
al llegar al aeropuerto de Mallorca,
de que le ha tocado una estancia de quince días
gratis en la isla.
 
Manolita la Verde alumbrando, advirtiendo
y dañando para siempre
a los que iban a buscarla para el estreno de su carne.
 
Francis Picabia atravesando el siglo XX
a cien por hora.
 
Tristan Tzara comentando,
en la última entrevista que concedió,
que la única forma de crear
es destruir todo lo que hay en ti.
 
Marcel Duchamp diciendo en su lecho de muerte:
He tenido suerte, una suerte estupenda,
nunca he pasado un día sin comer y no he sido rico.
 
Pierre de Massot soltando las riendas del caballo,
quitándose la nieve de la melancolía
de su vieja chaqueta
y hundiéndose donde todos los sueños se hunden
mientras los jóvenes buscan la abierta claridad
de la playa en París.
 
D.A. Levy vendiendo por un dólar
su Oráculo de correo basura budista de tercera clase
y sucumbiendo bajo el peso de su sombrero
con un rifle calibre veintidós.
 
Miguel Pantalón diciendo que el cante es un bulto
de colores sin ojos y sin manos y sin ná,
pero vivo, grandísimo,
y que él, cuando canta, está en el bulto,
está leyendo quince libros sin saber leer,
está acostao con cuatro o cinco mujeres,
ve los muertos, lo ve tó porque está en el bulto.
 
Antonio Mairena confesando
lo que le hubiera gustado
ir un año al carnaval de Cádiz vestido de fallera
con su peineta y tó.
 
Paul Auster recobrando la traducción
de la Crónica de los indios Guayaquis
de Pierre Clastres
que había perdido veintidós años antes.
 
Robert Smithson trazando un mapa donde explica
cómo llegar a ninguna parte.
 
Saburo Murakami realizando por última vez
su performance Exit
en la que atraviesa un cuadro con su cuerpo.
 
Manuel Alcántara cerrando la otra mitad
del tiempo que le faltaba.
 
La Ministra de Igualdad pidiendo
que las políticas de género
contemplen la paridad en los cargos directivos
como si eso no hiciera sino reforzar la opresión
y la explotación.
 
María Galindo afirmando que, como maricona,
sueño con un mundo sin ejércitos
y no con maricones en el Ejército.
 
El papa Francisco preguntando
a la multitud congregada en la Piazza della Chiesa
de Lampedusa: ¿quién ha llorado?
 
Tiago Gomes extrañándose al comprobar
que las rúas de Lisboa
son también las arrugas de sus manos.
 
Miguel Ángel Pozo escribiendo en la nada
la lluvia sordamente.
 
Todos, todos tan reales como la pella de barro
que arrojada a un charco,
interrumpe el claro espejo de la realidad
abriéndose a la verdadera verdad que está detrás
y a su vez, se diluye y se enajena,
en círculos crecientes
mientras cae hacia una eternidad sin orillas.
 
Antonio Orihuela. Todos atrapados en la misma trampa. Ed. Garum, 2020

lunes, 22 de marzo de 2021

LA POESÍA NO SE ESCRIBE de ELADIO ORTA (fragmentos IV)


 

podrás escribir versos de pájaros

en su sereno vuelo

 

 

pero no poesía

 

 

la poesía no se escribe



 Eladio Orta. La poesía no se escribe. Ed. Garum, 2021

Fotografía de Carmen Lourdes Fdez. de Soto

domingo, 21 de marzo de 2021

LA POESÍA NO SE ESCRIBE de ELADIO ORTA (fragmentos III)


 


17a

 

 

no nos engañemos el mundo

es una laguna de tiburones

de secano al acecho de la presa

 

 

no nos engañemos los poetas

se enemistan entre ellos

por la austeridad

de los halagos recibidos

 

 

no nos engañemos si nos rebelamos

contra el monstruo

 

estamos perdidos y

si no nos rebelamos

también estamos perdidos 

 


pero hay pérdidas que alertan

a las generaciones venideras 

 

 

no nos engañemos ya andan trajinando

en los brotes verdes del nuevo rancio capitalismo

 

 

no nos engañemos andamos en tiempos de liftings

en los disfraces engañifas de los espejos

 

 

no nos engañemos los barrones orinan sangre

en las escupideras de las dunas cementadas

 

 

no nos engañemos la costa ya no tiene sandalias

de arena con una flor entre los dedos


 

no nos engañemos el sur huele

a desierto a vista corta

 

 

no nos engañemos los afiliados al nihilismo

tienen las puertas principales del cielo abiertas

 

 

no nos engañemos los poetas vivos

no leen a otros poetas vivos

 

 

no nos engañemos si se apaga la chispa de la poesía

las mejores caricias empiezan por los pies

 

 

no nos engañemos en la mirada perdida de los orangutanes de la selva (en declive) de Indonesia / danzando en el precipicio curvo de una aguja invisible

 

ahí / hay poesía

 

 

poesía de pérdidas

la poesía más triste

entre todas las poesías

 

 

no nos engañemos Jorge Riechmann después de ser detenido cita a Thoreau: en una sociedad injusta el lugar para un ser humano que aspira a la justicia es la cárcel

 

 

no nos engañemos nos llevarán de visita a la cárcel y

bailaremos en las celdas vigilados por los ojos

de los guardianes del suicidio

 

 

no nos engañemos por muchas emisiones de los radares de los Cuerpos de Seguridad del Estado sobre el pájaro

 

 

incitador a la rebelión que se desplaza en vuelo raso por el filo inclinado de los encinares desde Berrocal a Nerva / si no quieren echarle el lazo es porque saben que poco a poco la asamblea de pájaros de la rebelión de Nerva se electrocutará en los cables de alta tensión política

   

 

no nos engañemos a Paco Casero le tendieron

una trampa por tonto con una flor en los zapatos

 

 

no nos engañemos a todo pájaro rebelde nervense le secarán el bebedero y tendrá que volar para Cataluña en paracaídas y sin poder despedirse de la asamblea de pájaros

 

 

no nos engañemos los capataces del centroizquierda

borrarán los aires de rebelión de la Farola

de la Resistencia contra el Vertedero

 

de Residuos Tóxicos Peligrosos de Nerva

en nombre de las heroicidades

repartidoras de hambre del amo 

 

 

no nos engañemos Juan Francisco Madroño siempre estará en las miras de los tiburones de agua dulce y de los empleados de los almacenes de productos pesticidas 

 

 

no nos engañemos si escribes de lo que tocas 

de lo que palpas / de lo que acaricias

con las plumas de las manos 

 

 

nadie te llamará impostor 

aunque muchas veces no sepas

lo que tocas  / lo que palpas ni lo que acaricias

 

pero si tocas / palpas y

acaricias la arena que pisas 

nadie te dirá que escribes de oídas

 

 

no nos engañemos si una bombona

gigante del Polo Químico de Huelva

se pega un pedo / corremos varilla

desde el cabo San Vicente

hasta la bella Tacita de Plata

 

 

no nos engañemos cada siete días es domingo y

al día siguiente es lunes y

cada siete días los trabajadores del Polo Químico

unos van a misa con sus familias al completo y

otros van a alentar al Santo Recre

 

 

unos cuando han apaciguado sus pecados

toman café con pasteles los mayores y


tarta de manzana con chocolate los menores y

los otros salen del estadio cantando o

maldiciendo

 

 

dependiendo de si la pelotita

ha cogido buena rosca o

mala

 

 

los menos están ahí  / advirtiéndonos

del desastre a pie de la rebelión

 

 

no nos engañemos el lunes es lunes y

el cáncer anda suelto por las plantas

de mantenimiento de la avenida Montenegro

 

 

no nos engañemos después vendrán

las oscuras golondrinas y dirán

 

que es un poema transgresor

antisistema y escrito por

un tontolhaba panfletario y

radical desabrigado

 

 

¿transgresores?

¿antisistemas?

¿radicales?

 

 

no inviertan los significados

 

 

transgresores vosotros

antisistemas vosotros

radicales vosotros y

asesinos vosotros

 

 

nosotros solo intentamos poner

un poquito de cordura en el desmadre

 

equivocándonos muchas veces

como tontos bailando

con una flor en el zapato

 

 

no nos engañemos aquí nos la jugamos todos

los transgresores y

los no transgresores

los antisistemas y

los no antisistemas

los radicales y

los no radicales

los tontos y

los listos espabilados y

los abstencionistas también y

los afiliados a UGT y

a CC OO también y

el Obispado también y

la CEOE también y

 

los partidos políticos tapa-

socavones de mentiras también

 

 

no nos engañemos si la desidia

de algunos pajarracos nihilistas

es volar a Marte / estamos

sentenciados a muerte / Martes

ya empieza tímidamente a aterrizar

por algunas zonas desérticas de Miércoles

 

 

 

Eladio Orta. La poesía no se escribe. Ed. Garum, 2021

Fotografía de Juan Sánchez Amorós