Nadie es una isla por completo en sí mismo; cada
hombre es un pedazo de un continente, una parte de la Tierra. Si el mar se
lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un
promontorio, o la mansión de uno de tus amigos, o la tuya propia; por eso la
muerte de cualquier hombre arranca algo de mí, porque estoy ligado a la
humanidad; y, por tanto, nunca preguntes por quién doblan las campanas, porque
están doblando por ti.
JOHN DONNE
I-.
ha quEdado sin herederos/ la palabra socorro/ auxilio/ amparo/ protección/ salvamento/
ayuda/ asistencia/ defensa/ subsidio/ limosna/
colaboración/
apoyo/ remedio/
en algún sitio se ha deshecho el
principio de una bondad /recién parida en alguien
en un espejismo se ha quebrado/ entre los campos de la
cebada/ en una tarde de abril El Amable.
como un papel desposeído esta flácida humanidad
como un edificio sin columna
vertebral este enjambre entre las ruinas
es la negación a ser madera para los naufragios
un jirón
manchado ensucia las nalgas del
auxilio crece el exilio
crecen las pisadas en el asfalto y la palabra socorro ha
dejado de ser efectiva a toda luz/se empequeñece en las sombras que avanzan en
las carreteras por la vieja Europa. Es la pesadez del desaliento a cuestas.
El lobo de Pedro ha venido tantas veces a comerse a las
ovejas que un lobo famélico y sentado en una silla/ ha dejado a las ovejas
despedazarse entre ellas.
Las ovejas son otra clase de replicantes eléctricos.
II-.
La charca ha engullido los ecos / el trazo disforme/
bajo aguas tan leves
existe una corriente caníbal que todo lo engulle
a flote/ no quedan manos de corcho que nos salven
se andan ahogando prodigios y plegarias/ a la vista
de john do[n]e*.
Nosotros no hemos diseñado
microscopios para detectar/ visibilizar/ comprender el inmenso caudal del dolor
humano ajeno que nos es ajeno y tardío nos escupe
el mismo que golpea a la mente
nocturna como el pájaro terco busca una semilla prematura en la mitad del invierno/
la carpintería es en balde
ya han germinado las armas de destrucción selectiva.
la palabra socorro/ como un cristal
dentro de los zapatos se clava/ incomoda/
lentamente avanza en vaivén/entre las
arenas movedizas
se repiten las ausencias hasta la afonía
en la marisma / se detiene/ se rinde/ una
realidad distópica/ un crujido
paralelo/ entre los tanques y los fuegos artificiales de
julio El Bruto.
So
far away.
III-.
como en
una procesión la percusión de sus sílabas
nos adormece / los faroles no son
farolas/ antes/
vía crucis/ amasijo sin relieve/ volumen/ fuerza/ sonido de
madrugada azul.
se nos han ido quedando huecas las
palabras de los unos para los otroslosotros/
para los otros/ losotroslosotroslosotros lo s o t r os
Nunca los otros soy yo / nunca los otros son los míos/ no soy tú.
IV-.
En un destierro Socorro
camina
en un peregrinaje/ ampolla y tropieza
buscando una escalera de peldaños
suaves sin carcoma.
Socorro que va buscando la colina/ otra colina/
esa colina joven que le lleve a la colina
alta que le acerque a una montaña primitiva
adonde tumbarse entre flores vivas despreocupada de la
infamia
a una colina abierta como
se abre
el vientre terrenal a los que
vienen/ benevolente /a un útero
de musgo cálido donde flotar acuáticamente.
—cuando no sea un plato
de gato/ lamido por cien lenguas/ el llanto o la leche para la sequía—cuando la
palabra socorro deje de ser un péndulo a la
deriva de un fuego cruzado
¿dónde podría ser vista
frente al gentío
e
irreversible a
nuestros ojos?
Balbina
Miño-Gómez. H arina. Ediciones La Palma, 2025