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domingo, 18 de junio de 2017

5 poemas de ALUVIÓN (antología poética) de ENRIQUE FALCÓN



ENSAYANDO UN GRITO POR DETRÁS DE LA TORMENTA


(…) Quiero hablarte de él, porque creo que el anarquismo es la cosa más preciosa y más grande que el hombre ha pensado nunca…”

(Alexandr Berkman)


para Antonio



En este lugar
la marea se nos come los dedos:
apenas en cuclillas
nos avisan los muertos su tardanza azul.
Tú y yo buscamos, Antonio, mientras tanto que pare
la mentira del mundo,
el miedo en nuestras uñas,
el cansancio por pasar cuando vuelvan los disparos.
Por detrás de las tormentas bailan nuestros muertos
en un canto imposible de heridas y lianas:
fértiles deshechos
que nos han de crecer brutalmente en la boca
y entonces irrumpir al final de los poemas.
Encendemos antorchas por detrás de la montaña
hasta que, mudos, nos quemamos la lengua
con la cal aún ardiente de todas estas víctimas:
de ellas no más somos
su misma caída o su espera impenetrable.
Y así nos queremos, mientras hay la resistencia:
tensos e increíbles arañando la calle:
ensayamos un grito por detrás de la tormenta,
ensayamos un grito por detrás de la tormenta.


 
MOLTMANN 1964


a Raquel


«el ‘final de la historia’ cobra de este modo una cercanía palpable»

Jürgen Moltmann, Theologie der Hoffnung
(1964, veinticinco años antes)



Lo mejor de todo
no es que en el 89 Fukuyama
asesor del Departamento de Estado de EE.UU.—
no dijera nada nuevo
o viviera del cuento hasta el momento presente.
Lo mejor de todo
es que vienes tú a desmentirlo
de noche cansada, tú cuando regresas
y ocupas la casa, mi temblor y tu boca.
Lo mejor de todo entonces
es que abres el futuro
y recoges sus víctimas para ya no olvidarlas
reventando mis llagas en las llagas del mundo.
Lo mejor de todo entonces:
abrirme así las manos,
tantearme en lo imposible
y amarte mientras pueda.


 
PARADERO DESCONOCIDO

Recuerdo:

Un soldado asomado en su túnel.
Un pedazo de tierra más allá de las estacas.
El tiempo parándose en sus patas de alambre.


En el cuarto trasero
te dije el secreto y después su mentira:

lo que ambos amamos
será lo primero en caer cuando acabe la tormenta.


Recuerdo:

El paso lento y desastrado por tu boca.
La raíz de las estrellas sin apenas hacer ruido.
El hombre muerto esperándote en los cuartos de atrás.



PARA UNA CUESTIÓN DE ENSIMISMAMIENTO


Inevitable salir de las mutilaciones. Las que se posan en las sienes. Las que abrazan los niños. Las últimas en caer por los setos del jardín.

Inevitable dejar de temer lo que esta espera significa. Existen los disparos y un sinfín de hombres presos. Inevitable no creerlos desnudos por un tiempo más.

Está la tarde lenta y se ha puesto de parto. Dentro de unas horas: comenzar a mutilarme, bucear en los espejos.

Ponerme el uniforme.


 
ESPAÑA Y POESÍA, VIEJITA Y REGAÑADA


con la complicidad de Eladio Orta



En mi país cocido de lejos buenamente con las tripas afuera
los poetas comen jeringuillas con leche
carne de avestruz
brotan de las cuevas con un poco de saliva
se derraman por el campo como niños sin dientes.

En mi país cuchillo en las trenzas de los buenos empresarios
no hay huelgas generales:
los poetas las evitan con un trapo en la boca
brotan de las cuevas con temblores de piel
y lamen los cercados de los hombres ricos.

En mi país castigo en periferia de los barrios más bellos
se prohíben cosas que no sean de madera:
con blancos mondadientes se arrancan los colmillos
los poetas honestos de todo el país
brotan de las cuevas con los párpados mudos
para luego calmarse con trescientos espejos
los poetas honestos de todo el país.

Mi?
verdadero conflicto:
que me muerden mis versos,
que no tengo país.



Enrique Falcón. Aluvión. Ed. La oveja roja. 2017

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