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lunes, 22 de marzo de 2010

LLAMAR A LA CRISIS POR SU NOMBRE

Solamente una cuarta parte de la humanidad ha conocido la cara amable del sistema y, demás, cuando es necesario un ajuste duro, éste se realiza sobre las espaldas de las nueve décimas partes de aquella cuarta parte. El resultado es claro: la realidad es que solamente unos 125 millones de personas se encuentran permanentemente en el disfrute de nuestro sistema económico.

No existe la crisis, sólo existen movimientos naturales de acumulación y destrucción, no de valor necesariamente, sino de personas.

Es fácil reducir el gasto público... pero, si no modificamos el ingreso público, solamente estaremos transfiriendo renta de las clases medias y bajas hacia los bolsillos de las clases altas.

Los gobiernos o la mayor parte de los gobiernos no son sino formas oligárquicas de apropiación de renta. Según datos del Ministerio de Hacienda español, la renta media de los asalariados y de los funcionarios es mayor que la renta media de los empresarios. Nuestros empresarios, cual ONG solidaria, montan negocios para que sus trabajadores vivan mejor que ellos.

En: Revista atlántica XXII. revista asturiana de información y pensamiento. marzo, 2010.

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