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domingo, 16 de enero de 2011

EL PRECISO INSTANTE




Ocaña hizo todo lo posible por ser famosa y yo por desfamosearme.Camilo, entrevistado por Paloma Chamorro en la Edad de Oro.



Querido Alfredo,
ya no hay Camilo en la Calle Carnicería,
tampoco estás tú alegrando las largas noches de resaca
con un aguardiente y veinte duros de calentitos.

Desapareció aquel Moguer que era
la luz con el culo endentro.

Ya no hay bolígrafos en las espaldas,
ni exposiciones de hormigas por los caminos de azúcar,
ni gafas con hilos por las que ver la belleza infinita,
ni Mehari por las Pañuelas,
ni casa de los sueños azules de Paco Naranjo,
ni revolcones por el Bart.

Las cosas hermosas se han tornado antiguas,
como fotos de El Porra.

Todo se ha llenado de coliflores,
y ya sabes lo que decía el tito Camilo:
¡No quiero coliflores en mi salón!

¡¡COLIFLORES FUERA DE MI CASA!!

Ya no queda nada de ese tiempo, no,
queda el pueblo porque siempre ha estado ahí,
y quedamos nosotros que, desde dentro,
lo mirábamos con otros ojos,
ojos que lo hacían mejor, más bueno, más verdadero
de lo que acaso nunca fue.

Tal vez por eso sueño a menudo con todos vosotros,
ángeles malos de la calle carnicería:

Mojafas, Chonenrres, Chanches, Achalés,
Gordicasetaperes, Gordoszanussis, Pacoplatas,
Colés, Chuchitos, Ercais, Poncos, Hombresayas,
Majas, Lolines, Cundiles, Chifoas,
Búcaros, Picones, Güevis, Carrerillas,
Palmeras, Kiricos, Melis, Nonines,
Roncos, Caballas, Chalupos, Cachachas,
Urriaclis, Ashlis, Balalaicas,
Estaquitas, Rijuelas,

gente revuelta en un solo nombre,

y Camilo,

la verdad es que sueño muy a menudo contigo,
en el sueño de hoy
venías a mi casa a terminar de pintar un cuadro.

Una vez yo estuve en la tuya,
querías que viera tu última obra,
una cruz de tu tamaño echa de basura,
cenizas y restos de tabaco.

No supe descifrar entonces
que ésa era tu forma de decirme adiós.

En otros sueños estamos de copas por ahí,
charlando y riendo animadamente,
pero jamás tomo conciencia en esos sueños
de que estás muerto.

En fin, hay tantas cosas muertas a nuestro alrededor,
tanta gente que morirá mordida por su propio veneno,
mientras tú y tantos otros muertos míos
viviréis en mí para siempre.

Sí, es verdad, ha pasado el tiempo como una aguja fina
y ha ido pinchando todos nuestros globos,
todas nuestras ilusiones, todas las pompas de jabón.

Locos, majaras, la resistencia puede tener muchos nombres,
que nos llamen como quieran mientras no nos llamen a su lado.

Sí, mi querido Jesús, yo tampoco quiero coliflores,
me quedo en el Bart de tito Camilo,
lejos de la intemperie del tiempo,
en su recuerdo.

Antonio Orihuela. Todo el mundo está en otro lugar. Ediciones del Baile del Sol (en prensa)

3 comentarios:

  1. Gracias Antonio. Porque ahora paso por un momento de crisis o de gracia, no lo se. Todo es igual de confuso que hace 20 o 30 años. Ultimamente luche cuerpo a cuerpo contra ese humo toxico que aparece cada vez que intento interpretar un sueño. No se de que van esos sueños.Creo que al final le voy a coger gusto a la ignorancia de lo que quiero y de lo que soy. Despues de este monton de años apilados como piezas de "legos" de diferentes marcas, en mis escasos momentos picnolepsicos, de mente en blanco, de quedarme absorto oyendo a chopin, o tras una lectura que enganche, o tras una ostia erotica (nada original y muy basico como puede verse)con lo unico que me quedo y que me llevare a la tumba, ademas de la bendita familia que a cada uno le toca, es esto:

    la primera impresion es la autentica y la que te atrapa


    Y eso ocurrio alli, en Moguer, 40 o 50 casas mas abajo de la tuya. Tu y Daniel me pasabais libros y ahora por esto de la maldita torre de babel, por internet continuais haciendolo.

    No olvido despues de adentrarme en el jardin de los senderos que se bifurcan.

    He vuelto a cogerle gusto a estar despierto con los ojos cerrado.



    Un abrazo muy fuerte de treinta años hacia aca.

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  2. Un gusto Pablo poder seguir encendiendo cerillas en la oscura noche a tu lado. Un gran abrazo mi estimado.

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  3. me sumo al abrazo revuelto de vivos muertos y muertos que no mueren, Camilo instruyendo con cruces de colillas y vinilos, Antonio, Pablo, haciendo música y poemas en un moguer tan brutal, macarra, fresero y salvaje que ni el mismo JRJ habría podido digerir y transmutar, la luz de la discoteca barbacoa, un maratón de baile y belleza en las marismas, un tiempo con "el caballa" dentro, victorioso y solo en la pista, shu, shu, shu...

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