Durante millones de años los seres humanos vivieron como anarquistas. Esto es... sin la existencia de un poder, un trabajo y unas instituciones coactivas: vivieron sin mediaciones. Lo que se llama "estado de naturaleza" debería llamarse, mejor, "anti-Estado natural". Nunca fue el paraíso -los jardines rodeados de muros- ni la utopía -el lugar perfecto de la imaginación-; fue, sin más.
Kevin Tucker en
Libertari@s, antología de anarquistas y afines para uso de las generaciones jóvenes. Los libros del lince. Barcelona, 2010.
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