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miércoles, 23 de marzo de 2011

ANA: MIEMBRO DEL PERSONAL DE LIMPIEZA DE UNA SALA DE CINE





He visto a los mejores cerebros
de vuestra generación vomitando
las palomitas que sus padres les pagan,
limpiándose la regla con las manos
y luego las manos a la pared.
He limpiado trozos de mierda
depositados deliberadamente
sobre la taza de cada uno
de los dieciséis urinarios de este cine
por dos evanescentes muchachas
a las que no consentí fumar
en el pasillo. Sé cuántos y quiénes
de vosotros se mean en los vasos
de cocacola mientras la sala está a oscuras
-luego salís del cine tan serios,
con el gesto de un pájaro fascinador
y el comentario erguido sobre el labio:
“no ha estado mal”-.
A mí, normalmente, no me veis.
Yo
no existe.
Soy la que limpia.
El testigo de la fisiología
vuestra; testigo de la carne.
Y sin embargo, en los aseos,
al lado del excremento, la Palabra: “el amor es tal
que cuando tu tienes algo
el otro necesita una cosa distinta”

Cristina Morano. El ritual de lo habitual(Ed.Amargord, 2011)

7 comentarios:

  1. Antonio gracias por enseñarnos a Cristina, Cristina gracias por contarnos la vida.
    Yo he sido limpiacristales y he recogido la basura en la puerta de los ricos y todavía no me ha salido nada tan bello e hiriente, pero no desespero.

    Salud

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  2. Estoy contigo, lo de Cristina ha sido todo un hallazgo, gracias Cristina por acercarte a nosotros.

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  3. Gracias, Narciso. Pues ya ves, este poema está "fabricado" con las palabras textuales de mi amiga Ana, limpiadora. A veces nos empeñamos en buscar la belleza donde no está. A la belleza sólo hay que ponerla "en limpio" con nuestras palabras. Y luego darse cuenta de cosas... no sé, yo creo que los que limpian son nuestros testigos más incómodos: los que conocen Los Secretos.

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  4. La limpiadora

    ¿Qué fibra descomunal
    Qué loco instinto de supervivencia
    Le empuja a venir aquí cada día
    Que no le asustan ni las heces
    Ni los orines
    Ni los vómitos?

    ¿Cuántos cafés
    Cuántas latas de coca cola
    Cuántos cigarros
    Cuántos guantes de látex ha gastado
    Sin que le venza hoy tampoco el asco?

    Sólo sé de ella que tiene una hija
    Y que está separada

    Tal vez ahí está la respuesta

    El caso es que hace apenas un par de horas
    Que se ha marchado
    Y el monótono hedor de los baños
    Ya pide que vuelva


    (Poema inspirado en una compañera de trabajo)

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  5. perdoname el despiste, Cristina, antes de copiar aquí mi poema debería de haber dicho que opino como Narciso y Antonio, que tu poema es excelente. Gracias.

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