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martes, 28 de junio de 2011
ANARQUISMO, MARXISMO, AUTONOMÍA
Como aportaciones del Anarquismo, cabe recoger algunos principios validos para cualquier proyecto anticapitalista:
-El Estado no es el lugar de la libertad de todos sino de la libetad de las clses dominantes para el dominio de las clases subalternas.
-El sufragio universal es el resultado del previo control social e ideológico de la población.
-Cualquier mediación política o aparato organizativo es productor de subalternidad, seguidismo y abusos.
La Autonomía como movimiento social anticapitalistaaa, potenciaa la capacidad de tener inciativas propias y llevarlas a la práctica en orden a los fines decididos colectivamente. Supone la libertad de actuar sin tutelas ni jeraquías. Pero también la responsabilidad de realizar la tarea encomendada, evaluar los resultados, introducir los cambios nacesarios y coordinarse con el conjunto. La Autonomía sin colectividad, sin respnsabilidad y sin esfuerzo no es comunista ni libertaria, sino una máscara del individualismo liberal. Autonomía es una crítica constante a la subalternidad y la dependencia que se materializan en las acumulaciones de poder, información u privilegios... Autonomía es independencia económica, política y funcional frente a los fines o medios impuestos desde fuera del colectivo. Esto exige fuerza propia, manejo de la escala del proyecto y relaciones de igual a igual con otros coelctivos. Desde las mejores aportaciones prácticas y teóricas del Marxismo y del Anarquismo, la Autonomía puede superar las limitaciones y el sectarismo mutuo de ambas tradiciones revolucionarias en diversas líneas de trabajo:
-Contra el determinismo histórico y económico, el espontaneísmo y el individualismo.
-Contra los dogmas teológicos acerca del "destino" revolucionario de la clase obrera.
-Cririca al trabajo asalariado como componente necesaria de la crítica al capitalismo.
La organización de la revolución exige, antes o después, aparatos jeraquizados enemigos de la igualdad, la autonomía y la libertad. Esto supone una crisis en los propios postulados de la autonomáca, el comunismo y el anarquismo. La gestion de esta crisis desde la lucha popular debe sortear tres extremos:
-La perplejidad y la parálisis que acaban instrumentalizadas por el enemigo.
-La receta autocomoplaciente de que el fin revolucionario justifica cualquier medio.
-El movimiento revoluonario capaz de desestabilizar y vencer al capital puede no contener la capacidad de construir una sociedad realmente alternativa al capitalismo.
Austín Moran.Anarquismo, Marxismo y Autonomía.
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