Aún llevo dentro
el niño que un día
de finales de los setenta
jugaba
con sus compañeros de pupitre
a descubrir cuántos años
tendríamos en el dos mil
y al comprobar
que serían cuarenta y dos
exclamaba entre risas
¡qué viejos¡
y ya cumplí los cincuenta
y he dado vida
y compartido muerte
y me duele este poema
como cada uno de los años
con los que no supe
qué hacer
Poema de Vicent Camps en el volumen colectivo
Por donde pasa la poesía. Ed. Baile del sol, 2011.
Fotografía de Juan Sánchez Amorós.
Qué bueno.
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