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miércoles, 25 de enero de 2012
LO FÚTIL
Los que están en casa desean salir y hablar con alguien. Los que están fuera de casa desean volver a casa y abrazar a alguien a quien aman. Los que tienen pareja contemplan con envidia a las parejas felices. están casados contemplan con ansiedad la libertad de los jóvenes. Todos desean lo que no tienen.
En la infancia, nuestra sensación preponderante era el miedo. En la adolescencia, el deseo. En la juventud, la ambición. En la madurez, la indignación. En la vejez, la desilusión. Sin embargo, cuando somos niños siempre tenemos miedo de cosas que no existen. Y cuando somos adolescentes deseamos cosas que no podremos conseguir enseguida fácilmente. Y en la juventud no entendemos que lo que ambicionamos se nos dará precisamente cuando perdamos la juventud, y que no ganaremos en el cambio. Y en la madurez nos indignamos, pero nunca por la razón que cremos. Y en la vejes nos desilusionamos aunque todos nuestros deseos se han cumnplido. De modo que todos esos sentimientos que llenan nuestra vida son falsedades o ilusiones.
¿Qué es lo que queda? Ni siquiera el amor es una garantía de que seremos felices. POdemos amar y ser amados y ser desgraciados al mismo tiempo. NI el amor, ni el éxito, ni el poder, garantizan que seremos medianamente felices. ¿Qué entonces? Solo una cosa. Respirar correctamente. La felicidad es algo assí de extraño.
Hablo de respirar correctamente... El que aprende a respirar correctamente se siente siempre bien. Acepta estar en el lugar donde está. El espectácuilo de sí mismo le causa ternura, tristeza, risa, pero no acaba de creérselo del todo. Tiene una capacidad para ver más lejos, como el que ve una seta podrida pero puede ver al mismo tiepo el vasto bosque lleno de vida que la rodea. El que aprende a respirar correctamente siente gratitud por estar vivo y nunca se olvida de que la vida y todos los integrantes de la vida son un milagro y un regalo inconcebible.
Hay dos formas de entender la vida. Para unos la vida es la sangre: la pasiópn, la familia, los vínculos de la carne... el peso, la guerrra. Para otros la vida es el aire: la respiración, la libertad, la ligereza y la huida.
Andrés Ibáñez. Cuento de Navidad. En ABCD, 27-XII-2006. En Jorge Riechmann ¿Cómo vivir? Acerca de la vida buena. Libros de la catarata. 2011.
Mum...gracias gracias gracias.
ResponderEliminarSK
Me encanta tu blog, espero sigas así,yo también me considero un blogger aunque no a tu nivel todavía, espero no te importe que deje mis blogs para que la gente de tu blog pueda visitarlos, tienes permiso para hacer lo mismo en el mío un saludo y gracias por entretenernos
ResponderEliminarlos arcanos
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gracias, sige así