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martes, 17 de julio de 2012

NO HACE MUCHO





No hace mucho, unos amigos han querido recuperar
los archivos del antiguo Cuartel de la Guardia Civil de Venta del Moro (Valencia)
 para documentar la memoria histórica,
sin ánimo de nada, absolutamente de nada, recuperar la memoria.

“A seis de Febrero de 1943, Eulogio Fuentes,
de cuarenta y tres años vecino de Venta del Moro,
ha sido abatido a las 18 horas por hacer caso omiso al Alto
e intentar sacar un arma a la pareja de la Guardia Civil
en el camino de labranza que une el citado municipio y la aldea de Casas del Rey,
y así lo hago constar en el correspondiente dictamen e informe del suceso
que será enviado a la autoridad superior competente.

Firmado: el Sargento titular de plaza
en la Casa Cuartel Guardia Civil de Venta del Moro, Valencia.”

Un documento invisible, un oscura ciénaga.

Eulogio Fuentes recibe flores anónimas cada año desde 1943
en su cruz de hierro oxidada, en el mismo sitio donde le gritaron
¡Alto a la Guardia Civil! varias veces, muchas.

Eulogio Fuentes era un hombre pobre, que labró ese día desde el amanecer,
para poder llevar una miseria a la casa, para poder dar de comer a los suyos.

Solo eso.

Atardecía en los márgenes del pueblo, el sol escondía su presencia,
Eulogio, azada al hombro regresaba esforzándose en oír lo que en su andar,
el campo y lo agreste le regalaban, sabedor de su inminente sordera
que le iba azotando desde el final de la guerra.

Esa tarde, como en todos los regresos, Eulogio se centraba en el viento moviendo
la pinada, en sus pisadas de cine mudo, en el canto que apenas oía de los jilgueros,
cuando de pronto se giró al escuchar unas tímidas voces.

Al iniciar el último movimiento de su vida, el sol provocó un gran reflejo 
en el astil de su azada, y creyendo que portaba un arma al hombro,
uno de los guardias que ya se acercaba corriendo, desencajado,
le disparó  un tiro que llevaba la muerte. Toda la muerte.

Y ahí se quedó, tirado, abatido, muerto, tirado en el margen del camino.

Nadie sabe si Eulogio tuvo una sepultura digna, nadie quiere saberlo.

Y no hace mucho unos amigos han querido recuperar los archivos del antiguo
Cuartel de la Guardia Civil de Venta del Moro, para documentar la memoria histórica,
sin ánimo de nada, absolutamente de nada, recuperar la memoria, sin pensar en Eulogio Fuentes,
ni en su muerte, ni en su azada, y allí en la Comandancia, un suboficial administrativo les han dicho:

"No hay constancia señores, seguramente hará mucho tiempo
que los habrán tirado, seguro, seguro que los habrán tirado,
no pierdan el tiempo, que eso suele ocurrir, los habrán tirado."

Un disparo, tirado, un certero tiro.


Javier García Moreno. Homorragias. Ed. Babilonia, 2012. 

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