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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Piscifactoría


Puedo decir que tengo peces en mi sangre,
pirañas que al comerme crean vida,
y ninguna persona
les dará de comer para salvarme.
Porque en este país
se han arado más cuerpos que verdades,
no caben los dolores en su lengua.
Pisar una hormiga es crear dolor,
no es salvarla del mundo bajo tierra.
Mi angustia tiene forma de hormiguero.
¿Con qué palabra puedo decir vivo
sin echarme a llorar?
Puedo decir, me llamo, es esta mi queja.


Francisco José Najarro. El extraño que come en tu vajilla. Ed. Vitruvio, 2012

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