para
Abelardo Sainz
La
pesca está fatal, Antonio,
en
los barcos ya no ves más que negros y marroquíes,
todos
sin contrato ni ostias, claro
quien
va a aguantar si no es un trabajador ilegal
jornadas
de tres días seguidos sin dormir faenando en alta mar.
A
los mejores, a los que aguantan ese ritmo,
terminan
tramitándoles un contrato de trabajo,
esta
es otra de las caras del negocio,
hasta
seis mil euros se han llegado a repartir
entre
el armador y los que mueven esos papeles
por
un contrato de trabajo.
Tres
días seguidos sin dormir, sí;
es
que cada vez hay menos pesca
y
cada vez está todo más caro.
Los
fondos marinos están esquilmados.
Esa
es otra, aquí también la administración hace la vista gorda
y
es raro el barco que no instala motores
de
hasta diez veces la potencia máxima permitida.
¿Que
qué significa eso?
Pues
la posibilidad de incrementar por cinco las capturas
y
el que también tengas que trabajar por cinco tu también.
Hasta
los ministros están detrás de todos estos chanchullos.
Los
que salen con licencias y redes para pescar rape y pescadilla
vuelven
con pez espada, que es ilegal.
El
atún se etiqueta como procesado de productos del mar
no
como pesca extractiva
y
así no pasa por lonja,
va
directamente a las grandes superficies.
Más
del 30% de la pesca se vende sin declarar.
Igual
pasa con las ayudas a la pesca, la mayoría
van
a parar a empresas privadas que crían en cautividad.
Aquí
la peña se las trae:
Los
mismos ejecutivos que hablan de ligar el salario a la productividad
quiebra
las empresas y reciben indemnizaciones millonarias.
Los
héroes de La Roja se llevaron de prima 13 millones de euros,
pero
si lo declaraban en España el fisco se quedaba con la mitad
y
si lo hacían en su Sudáfrica la cosa les salía por cuatro duros,
así
que ni se lo pensaron, eso sí, aquí llegaron
cantando
eso de Soy español, español,
envueltos
en la bandera y besando la insignia nacional.
Y
las calles a tope; ahora, búscalos para que salgan a protestar
por
un sueldo digno o por la Renta Básica.
Mercadona
es elegida empresa ejemplar
y
después nos enteramos que tira sus sobrantes a la basura
antes
que donarlos a los bancos de alimentos,
que
contrata matones para reventar huelgas
y
que despide a las trabajadoras enfermas o embarazadas.
Caja
Madrid decía en 2011 que tenía 300 millones de euros de beneficio
y
un año después resulta que el agujero es de cien mil millones
y
lo mejor es que nadie dimite, nadie es responsable de nada,
nadie
investiga, nadie va a la cárcel pero a ti no se te ocurra
dejar
sin pagar un recibo.
Está
todo podrido, Antonio, empezando por los partidos
y
los sindicatos de los partidos.
Ahora
lo llaman crisis pero es sólo para poder seguir robando.
¿Qué
capitalismo es éste que para vivir
necesita
estar constantemente inyectándose dinero público?
Para
qué pagar impuestos si nos dejan sin sanidad,
sin
educación y sin pensiones.
¿Para
mantener a los políticos y su policía?
Esto
se acaba, dicen que la culpa es de los chinos
que
trabajan por cinco y cobran por medio,
y
porque también quieren vivir como aquí nosotros.
Yo
he visto el mundo, y el mundo es demasiado pequeño
para
eso, si hay para todos o no dependerá del modelo
que
elijamos, si es Estados Unidos estamos jodidos,
necesitaríamos
siete planetas como la Tierra para ello
y
aún así tampoco sería posible, el petróleo está en las últimas,
pero
nadie hace nada, al revés, huimos hacia delante,
hacia
el abismo, la gente cree que el capitalismo es como Moisés
y
que cuando lleguemos al mar Rojo se abrirán las aguas,
estamos
jodidos, de verdad, este tinglado se nos cae encima
y
la gente espera que papá Estado lo apuntale
porque
somos como niños mal criados,
nadie
quiere renunciar a nada, ni siquiera a su servidumbre,
somos
siervos felices e irresponsables,
tú
dices que hay disidentes, pero yo no veo más que gente en internet,
y
eso me parece que hace el mismo efecto
que
las calzadas romanas a los pueblos bárbaros.
Trabajan
contra nosotros,
si
no esos cacharros no nos los dejarían,
¿acaso
te dejan las ametralladoras?
Esto
es lo mismo, las redes sociales son los nuevos ficheros de la
policía,
ahí
no hay nada de emancipatorio ni de inteligencia de clase
sólo
pajas mentales y control monopolístico y estatal de eso que llaman
la red.
Las
redes sociales son muy buenas para aislarte aún más,
yo
creo que en realidad todos esos perfiles son falsos
que
son policías los que están detrás de ellos
para
tener entretenida a la gente y que no salga de casa
más
que para ir en coche al hipermercado.
Esto
es la guerra, una guerra de baja intensidad
con
un estado de excepción permanente.
¿Cómo
vamos a desertar? ¿Dónde están las afueras?
Tú
dices que hay más gente cabreada con el mundo,
pero
yo no sé dónde están, no los veo por ninguna parte,
formarán
todos una sociedad secreta, no sé.
Sí,
están los indignados, pero yo creo que su indignación
es
más bien con el precio de los pisos
y
las carreras que ya no sirven para conseguir un trabajo bien pagado.
Yo
no los veo por liquidar el orden que produce todo eso.
Mi
indignación tiene más que ver con la inhumanidad del mundo
y
para acabar con ella aquí tendremos que dejar atrás
muchos
privilegios y comodidades,
dicen
que para que para que el planeta no reviente
tendríamos
que reducir nuestros consumos al nivel de Cuba
y
los países pobres elevarlos hasta ese mismo nivel.
¿Quién
va a querer vivir como en Cuba?
Antonio Orihuela. La guerra tranquila. Ed. Origami, 2013
Antonio Orihuela. La guerra tranquila. Ed. Origami, 2013
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