Páginas

martes, 18 de marzo de 2014

Tres poemas de ESPERAR SENTADO de ANTONIO ORIHUELA





URGENCIAS LEJOS DE ANTENA 3

En menos de una hora
han llegado cuatro,
apenas hay azul en sus buzos azules,
apenas centellean sus espaldas
un socavón de sangre astillada
en la falsa publicidad de la firma inmobiliaria.

El segundo se trae de un polígono ilegal del extrarradio
una descarga de 6000 voltios
entrando y saliendo por la ley del máximo beneficio.

Los otros dos han llegado solos, andando,
los acercaron compañeros que volvieron rápidamente al tajo,
esperan de pie, sangrando, uno en la ceja
otro en la mano,
resoplan, se retuercen, se secan las lágrimas
con el dorso limpio de la mano

dan vueltas a su dolor
en este espacio de enfermos
y familiares sentados, conversando,
pasando revista a los relojes,
ruidosamente las páginas del diario

...monotonía tras los cristales...

el dolor y la sangre
no existen fuera de un buen plano

molestas víctimas
inútiles desechos

no aptos
al parte diario
con que alimentan
nuestra indignación.


*

ELECCIONES
            Le dijo Pilatos, ¿qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto,
                                     salió otra vez a los judíos, y les dijo...
             vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en Pascua.
                                                                Jn 18, 38-40
Mi madre se indignaba cuando
en el interrogatorio de Pilatos a Jesús
el pueblo, elige, finalmente, a Barrabás.

En España llevamos eligiendo a Barrabás
desde las primeras elecciones democráticas de 1977,

con una diferencia

el otro candidato
nunca ha sido Jesucristo.

*

LA RUEDA DEL DHARMA

Del miedo pasamos al deseo
y de la ambición a la indignación
y luego a la desilusión.

Solo al final de nuestra vida,
entre la desolación y la risa,
somos conscientes de que todo se ha cumplido
en la ilusión de cada vez,
con su misma milagrosa e inconcebible futilidad.

Entonces, el que ha entendido
entiende que todo ha sucedido solo en sí,
la dicha, la ignorancia, el conocimiento
han sido un viento sin viento
para un cuerpo que ha roto el hechizo
de ser un cuerpo
y vuelve a confundirse con el todo.

Como la gota que para no secarse
vuelve al mar para existir
vuelves a ser lo que ya eras
y a maravillarte de nuevo
con las formas del océano de los fenómenos
con que nos alimentamos para existir.

Porque cuando el ego aparece
todo lo demás que eres desaparece
al tiempo que adquiere
la dureza de lo que llamamos realidad,
y con ella, el miedo, el deseo, la ira
y el sentido último de todo el sinsentido
de nuestras vidas que suceden
en ninguna parte de lo mismo
y aun así...


Antonio Orihuela. Esperar Sentado (poesía completa, 1992-2012). Ed. La Baragaña, 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario