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jueves, 23 de abril de 2015

4 poemas de NO HAY NADA QUE HUYA de JOAQUÍN FABRELLAS





I
Ya sé el lenguaje de los pájaros
desperté no sabiendo quién era:
recordé ser la ceniza



III
Me tumbé en la piedra plana
grité mi nombre y no había voz
allí no tenía peso
o tenía el peso de los insectos
envuelto en helechos
en ramas
era una fragancia
era la luz
el olvido de mi nombre
y no importaba la claridad



V
Había una cruz y me veo delante diciendo no
unas ruinas que nunca habité
no tengo memoria de compañía
tengo memoria animal
los animales nunca olvidan una cara
yo no he olvidado vuestra cara
no sé los nombres
ni lo que hacíais antes
pero os quiero
aunque hayáis olvidado vivir



VII
Entonces fui la luz
el lento trueno
la pureza
la humedad en la lumbre
la niebla mística
e incluso la luz entre los árboles
quizá me hayáis visto y yo era vosotros




Joaquín Fabrellas. No hay nada que huya. Piedra Papel Libros. Jaén, 2015



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