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viernes, 11 de septiembre de 2015

LA ENFERMEDAD DE PONTE VECCHIO




Pongamos, también nosotros, un candado
con nuestros nombres en este puente, me dices,
como si el amor fuera una propiedad
a la que se le puede echar la llave

y no esta casa roja
sin puertas ni ventanas

que somos.

Antonio Orihuela. Salirse de la fila. Ed. Amargord, 2015

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