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martes, 8 de marzo de 2016

ALGO ESTÁ VIVO EN EL INTERIOR DE UNA BOLSA DE BASURA



Algo está vivo en el interior de una bolsa de basura.
Se mueve. La contemplo.
Unos obreros ven
mi mirada llena de horror,
me descubren
las ganas de pedirles ayuda.
Continúan trabajando.

Un niño se detiene
y ansioso, con curiosidad,
dice:
la bolsa se mueve”.

Su madre pasa
¡Vamos, llegamos tarde!”
deprisa, de largo, sin mirar
Alguien habrá tirado eso vivo
¡Vamos!”.

El niño se queda a mi lado,
como si sólo él, yo y la bolsa
estuviéramos en esta calle,
y con una amplia sonrisa
dice:
¿La vas a abrir?
¿Tú quieres tener uno de esos?”

Le respondo paralizada,
como si sólo él, yo y la bolsa
estuviéramos en esta calle:
Me da miedo abrirla.”

Él me deja su sonrisa,
el giro de su cuerpo pequeño
y se marcha.

Paralizada.
Mi corazón late deprisa,
la bolsa se mueve, frente a mis ojos,
cada vez
más
despacio.
Uno de esos, su corazón
paralizado. Y yo
me limpio el grito en el poema.
Me queda ya
poco aire en la bolsa.


Yolanda Ortiz. Manotazos en el aire. Ed. Baile del Sol, 2016

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