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viernes, 8 de abril de 2016

UN TIPO SE HABÍA COMPRADO UNA CAÑA




UN TIPO se había comprado una caña
que era una puta mierda.

La pondría en la orilla,
un domingo,
hasta que enganchara a alguien con el anzuelo.

O tal vez
iría una noche de putas
a cuenta de la caña de pescar,
que era una puta mierda.

Ya daba igual.

La fábrica de cañas de pescar,
el supermercado,
aquel tipo
y la mujer de aquel tipo;
todos estaban satisfechos.

A esto debe ser a lo que se refieren
cuando hablan
de economía de mercado.


Antonio Orihuela. Palos. La linterna sorda Ediciones. Madrid, 2016

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