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martes, 13 de septiembre de 2016

BREVE TEORÍA DEL DESASTRE de DAVID SARRIÓN GALDÓN -fragmentos-



2.4.- VIVIR LO BREVE

-I-

La vida es un recuerdo breve al que uno accede día tras día a lo largo de su vida.

-II-

Se considera imprescindible hacer de lo inhóspito algo cotidiano, vigilar sonrisas pasajeras, pasear con pómulos desencajados, mandíbulas traviesas, con huecas impresiones de lo que no acontece nunca.

La vida es un conjunto de actos inexplicables a los que rendimos tributo día tras día.

Tendemos a vestir la vida con pajarita, pantalón con raya al medio para fechas señaladas y, al filo de la mañana, morir por primera vez con tirante escueto, escasa escama, quietos ante los golpes que derrama su hermoso drama.

La vida es un gato malevo y perezoso al que ofrecemos caricias y contadas ocasiones, besamos sin esperar nada a cambio.
En el vaivén de su existencia la vida transcurre entre agonía y orgullo, mostrándose candidata perfecta para ser anillo en nuestros índices dedales.


La vida es la mayor de las casualidades a la que pueda estar expuesto el ser humano, pero esta afirmación no siempre queremos comprenderla.

-III-

La vida es un puñado de imágenes definitivas, envueltas al azar o quizás por prioridades.
La vida tiende a dar, en ocasiones, más de lo que quita.
La vida es la trastienda de los sueños. El BOOM, el PUM, el BANG que acaba con las sienes  de todos los presentes de esta vida pasajera.

Se puede resumir en partes nuestra vida,   pero solo los recuerdos unirán el puzzle que excede la muerte.




3.3.- PROBABILIDAD PASADA

Todo resulta
un desierto quebrado
a las tres de la mañana.
-Javier Temprado-

Pensé que tras la noche partirían los fantasmas. Me empeñé en transformar escalofríos en espasmos. Quise volar bajo el agua, tejer un tapiz indestructible, no darme por vencido fácilmente.

Intenté no pensar sin quedarme dormido. Lamenté no dormir por pensar demasiado.

Dejé para luego, entonces, el encuentro endemoniado, las virtudes mal curadas o las ganas de partir sin optimismo por mi falta de costumbre a los milagros.
Porque, al fin y al cabo, uno también puede estar bien dando palos de ciego a las puertas
                                                                                                                            del olvido,
en el lado equivocado.



 David Sarrión Galdón. Breve teoría del desastre. Huerga & Fierro, 2015
  




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