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miércoles, 3 de mayo de 2017

2 poemas de Cristina Fernández Sáinz de la Maza



Carta a Ita K en el mes de abril del 2017

De bien poco parecen servir las palabras
contaminadas de la ruina escénica
convertidas en fruta torrencial podrida
Amiga mía, en el mundanal mediático
de qué nos valen las palabras
sino como un daño colateral de esta especie
Mientras muchos sueñan con catarsis redentoras
para ganar el cielo popular
o la salvación profética desde los palacios
arden los insomnios en Alepo
y el imperio del norte disfraza su cinismo
su terror feudal
con invocaciones a una libertad que transpira tinta
Vivimos amiga mía
en la nación del válium
tiempos para resucitar a los imbéciles
[No parece muy clara esta crisis de la palabra]
Yo como tú creo más en Adorno
cuando apuesta por el esfuerzo
Adorno desesperado.
Apaguemos amiga la luz de la lámpara
Para dormir con Szymborska en un país libre de nolotil
Apaguemos la luz para someternos a la lujuria del pensar
Y ser invencibles en esta platónica unidad popular.




En el norte 

En el norte es dura la palabra
Un arco rígido y tenso como la noche
Vive escondido en el intestino de una ciudad
que nunca poseeremos
Y es como si en este lugar de vientos que habitamos
latiera un profundo sur que siempre huye…
En algún sueño he soñado la claridad del norte
bajo la espesa niebla del mar de fondo
el norte de las fábricas
Norte de autopistas de una soledad incierta
Norte de barcas y selvas, densas como él oxido
Norte de tabernas y sueños de tabernas ciegas.
Qué ciudad la nuestra tan distinta
distinta como todas las mujeres
nacida de la luz del sur
hecha como los domingos para el sueño.
Qué ciudad de deseos sin límite obligada a contemplar la vieja claridad
Qué ciudad la nuestra que vio de cerca el declive de la luz
Qué ciudad la nuestra hundida en el silencio de todas las derrotas
Qué ciudad la nuestra que dejó sus viejas calles para los gatos
Qué ciudad la nuestra con el gris dominio que habitamos
Qué ciudad la nuestra y que dura la palabra en el norte
Casas deshabitadas, tejas con musgo…
Y la belleza más grande
sujeta por un pescante…
NOSOTROS


Cristina Fernández Sáinz de la Maza

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