Páginas

viernes, 2 de junio de 2017

4 poemas de APREHENDERSE de MONSERRAT VILLAR GONZALEZ



Luz y existencia

Con la mirada velada
de cataratas insistentes
observamos la realidad que nos respira.
Llegamos a distinguir
colores que antes eran sorpresa.
Alcanzamos a difuminar materias
petrificadas sólidamente en la memoria.

Las lágrimas se nos antojan
estrellas agotadas
que dan brillo a la incerteza
de lo que antes era perfectamente visible.

Se nos escurre entre los dedos
la necesidad de tocar,
la sorpresa de la caricia.
No es necesario palpar la existencia
sólo acceder a su luminosa belleza.





Piel

Nuestras extremidades comienzan
por escamas endurecidas
que acomodan su ausencia
en la piel que nos recubre.

Piel sin engranajes, sin costuras
que se adapta minuciosa
a nuestro cuerpo,
oscureciéndose por el astro
que nos salva de la oscura
intemperie del ocaso.

Una piel que deja al raso
las entrañas si es rasgada
por filos culpables de la herida.
Y llora a lágrimas de sangre
para defender su unidad, aún las costuras.

Una membrana que nos roza en el abrazo
y se acomoda a la ternura de los otros
si sensibles.





Piedra
Querer ser de piedra
y olvidarse de la sombra
mientras te inclinas a la escalera
limitada por el vacío.

Querer ser de piedra
eternidad sin sentidos
que se aferren a la piel
y la dibujen de entrañas.

Querer ser de piedra
aplastar todo lo que sobra
mientras el abismo
se hace hueco que nombra.





Mundo o infierno

El mundo
acaba de morirse en una acequia,
y sigue
pudriéndose en el cementerio.

Las palabras
sólo son dibujos desafortunados
en una diminuta hoja
que causa la muerte
del amazonas.

El silencio
se espesa y se acomoda
en un bote de pintura
que un pincel rozará sin saber
de su infortunio.

La vida
es esta corta pausa que nos deja soñar
con una libertad inalcanzable
que danza cada noche en el infierno.



Montserrat Villar González - Juan Sebastián González. Aprehenderse. (Dialogos entre poesía y pintura). Ed. Amargord, 2017


No hay comentarios:

Publicar un comentario