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sábado, 4 de noviembre de 2017

CERCANÍAS MALGRAT-MATARÓ




La publicidad está en catalán,
pero la paga la Organización Nacional de Ciegos Españoles.

Los bloques de pisos están en catalán,
pero los vecinos tienen que tender su ropa en las fachadas.

A los pobres, ya se sabe,
les hablan todas las lenguas en el mismo idioma.

El mar tiene otro nombre,
pero no distingo
mi playa, cada vez más destrozada
y menos mía,
de ésta ya comida por el asfalto,
el bóxer que juega en sus arenas
del que guardo en la memoria
de mi tierra.

Todo está
sospechosamente ordenado,

pero también aquí
la arena ha empezado a saltar las alambradas.



Antonio Orihuela. Esperar sentado. Ed. Ruleta rusa, 2017

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