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miércoles, 14 de marzo de 2018

BESO de DAVID TRASHUMANTE

Tamman Azzan








son los besos verdaderos los que se dan los traidores / los que electrifican lo dormido / con el jugo de los miembros amputados de animales descompuestos sobre el puente que se tiende entre sus bocas / y el aliento cruzando por debajo de sus ojos como niebla cobriza / y la lengua es un río desbordado que nunca llegará al mar: única patria para las pateras repletas de las personas que se aman / eres un sapo sin princesa dice


los besos espesos como lacre que sellan los sobres del dinero y el beso en el anillo ensartado sobre el dedo índice para que alguien rendido a sus pies lo bese y así ese mismo dedo le señale a la hora del salvamento las orondas mejillas que esperan entre cremas un beso un lengüetazo o lo que sea o en cambio la piel curtida de quien necesita que alguien acaricie su monedero de piel mientras le pide que le bese la entrepierna / no llegaré a tanto dice


el beso rancio del viejo sin dientes con la bragueta abierta el beso negro de la que quiere reparar con su rosada espátula todos los agujeros de los cuerpos el beso secreto guardado en la sala de contadores de un complejo de viviendas vacías los largos besos en blanco y negro de aquellas películas antes de que viniera la censura / venga, dame un beso de esos dice


el beso oxidado como gajos de fruta a la espera del mordisco el santuario de los besos malgastados a los pies de la patrona el beso lánguido sobre la piel fría de los muertos el beso abierto a la lengua como una roja amapola se abre a la libación de la noche / pero entre miles de besos / solo uno tengo / éste que te ofrezco / el beso venenoso de quien odia con toda su boca a su enemigo / bésame pues, ya le daré yo su gallo a Asclepio dice


David Trashumante. Apenas. Ya lo dijo Casimiro Parker, 2018.

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