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viernes, 11 de mayo de 2018

SEGUIDORES DEL CAMINO




Había un yo
onda imagen, espejismo, quimera,

emanado del viento del nacimiento,
el crecimiento, la destrucción.

Había un yo
apariencia, reflejo, sombra,

sostenido por el río de las ideas,
las discriminaciones, los apegos.

Había un yo,
sueño, ilusión, desvarío,

alimentado con la semilla de la ignorancia,
la ambición, el deseo.

Había un yo,
pobre mono titiritero que nunca descansa,
triste mosca siempre hambrienta,
llama nunca ahíta,
rueda de molino que no para de girar.

Había un yo
entrado en la corriente,
pensado por la mente,
manifestación de su actividad,

entrelazado y no separado,

yomenteactividad,

esto, no esto,

yonoyo.


Si lo pudiera

hacer callar.



Antonio Orihuela.  Disolución. Ed. El Desvelo, 2018


1 comentario:

  1. A veces la "petite mort" logra callarlo... al menos por unos instantes.

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