Páginas

lunes, 11 de junio de 2018

EL SÍMBOLO OCÉANO





       Tanto oleaje ebrio en los ojos después del día del motín, tomado el puente y la santa bárbara con el no secreto y gigante, sangre, sal, melancolía, la gran aventura de "qué coño va a pasar" por naturaleza nunca ha sido escrita, mmm, ya marea, marea como el mar, marea contar todas las direcciones de los vientos, deshojar los pétalos de la rosa náutica, ahora que en el horizonte se van haciendo un hilillo todos los nombres, límites, cárceles, fronteras, leyes...olvidados y amontonados en el muelle como una red con momias de pececillos y algas secas, eso no hace falta y además pesa una barbaridad, ya sé que es elegante, que da seguridad y compañía, pero el ancla solo puede ser decoración de taberna o tatuaje en un océano cuántico sin fondo ni orilla... ¡Eureka!... Campo unificado de gusto y pureza, con los deseos hago candelas tranquilas en la noche, velas coso con los hilos de la memoria, sin autoridad, ni norte ni magnetismo, la aguja de la brújula se vuelve libre y bruja, y apunta hacia rumbos inconcebibles, tanto tierno fluir en la conciencia derramada por las puntas de los dedos convertidos en armas, tanto ver joyas en el polvo del suelo, flores en el cielo, pelos en las tortugas y cuernos en las liebres, tanto domesticar el cocodrilo que se esconde bajo el tálamo, juramentado contra toda razón, y empiezan los síntomas, la sonrisa desde que amanece o empiezas a entender el viejo chiste de que hubieran nombrado la gran doctrina como "las cosas", las cosas, las cosas ondulantes se desnudan en danza oriental, se desmenuzan, se amalgaman... y te dejan ver su milagro marino, su espuma fotónica y chispeante de arco-iris, ya no colapsa como mimosa púdica la función de onda de las cosas pequeñas cuando las miras, timón, turbulencia, pez volador, ningún miedo en ningún medio, cresta y seno, la mano del piloto maneja los fluidos siendo fluido, planctónico, pelágico, nadie conocido por nadie, ahora tira los muertos uniformados por la borda, todos los papeles, todas las máquinas, todo lo que no sea avío de nave, catalejo, caracola, silbato, campana, odisea o perturbación, el motín de las cosas navegantes ha triunfado, el gato de nueve colas a veces maulla distinto y dibuja en la piel el símbolo océano, la sala del gran baile ni vivo ni muerto siempre ha estado sobre el abismo, ya nunca podrás echar el ancla, mente, casco, quilla, ola, hola, ola, hola, ola...

Daniel Macías Díaz. Victoria hechicera. 
https://www.amazon.es/VICTORIA-HECHICERA-Vijayamantrikatantra-Daniel-Mac%C3%ADas/dp/1981022082

No hay comentarios:

Publicar un comentario