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miércoles, 13 de marzo de 2019

ANTICUENTO




Un noche llegó un padre y le contó el cuento a su hijo:

"Había una vez tres cerditos con la peste porcina, que violaron al lobo en peligro de extinción en su propia cueva.
Hubo una vez un niño que se llamaba Peter, que no pudo  comer pan en el país de Nunca Jamás.
Érase una vez  una niña con la caperuza roja a la que unos cazadores perseguían en una página de contactos.
Hubo una vez una camarera con el cabello ceniciento, que a media noche, cogía el autobús calabaza que iba al extrarradio.
Había una vez unas hadas que hacían la calle, y concedían los deseos más sucios a todo tipo de animales.
Bambi tuvo un hijo que le salió carnívoro.
El patito feo sufría acoso escolar.
Blancanieves era el camello de los siete enanitos.
La ratita presumida se puso botox y la contrataron en Tele 5
Cuando el flautista de Hamelín tocó la flauta del dinero, todas las ratas le siguieron.
Hubo una vez un pulgar que se llamó Pulgarcito, porque  lo cortó  una máquina que no pasó la revisión.
Pinocho era de aglomerado, trabajó en Ikea, y fue despedido porque no encajaba en las instrucciones, por coger humedad en los huesos."

Érase una vez un niño al que le contaron los cuentos al revés, para que llegara a mayor, totalmente confundido.



Juan Leyva.
En: Antología Xº Aniversario de la Casa de Zitas. Zaragoza, 2019

2 comentarios:

  1. Me gustaría pensar "que le contaron los cuentos al revés, para que llegara a mayor, totalmente" prevenido, la versión heavy que se corresponde con la vida. Un bello texto.

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