Meto mi mano en un calcetín
y
al moverla, me siento el dios
que
sueña conmigo y con calcetines
-porque
lo que se ve desde fuera
no
es lo mismo que lo que se ve desde dentro-,
un
dios que el calcetín no me deja ver
pero
que el calcetín hace más real
que
el tejido que dio forma al calcetín.
Antonio Orihuela. Disolución. El Desvelo, 2018
Fotografía Uberto Stabile
Antonio Orihuela. Disolución. El Desvelo, 2018
Fotografía Uberto Stabile
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