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jueves, 6 de junio de 2019

3 poemas de LIBRETA DE POEMAS PARA ENAMORAR A LA AMADA de DANTE MEDINA



Sólo que la muerte nos separe


Es que sí
siempre, a como dé lugar
el amor nos invade,
corroyéndonos con su flor de invernadero

que una vez en la vida es flor de primavera

Es que sí
a como dé lugar
el amor no puede vivir sin nosotros:
somos el agua, la tierra, el aire,
el único corazón con que su sangre late

El amor
lo fácil que es decirlo
y cuando uno ya ha pronunciado esa palabra
el sortilegio:
acabamos de quedar atrapados
en una red en la que nos gusta todo y todo duele

Es que sí
            amar es una tontería
a la que nos arriesgamos cada noche,
con sólo reposar la cabeza en la almohada,
            por eso es el insomnio:
el amor nos quita el sueño
cuando menos pensamos que el amor
pudiera
hacernos daño

Y es que sí
hace sufrir el amor, el muy perverso,
porque es incapaz de matarnos.


***


Cuánto amor, soledad


Nos quiere, la soledad

por eso nos deja siempre a su merced

Para sí misma nos quiere, la soledad
Y nos goza a sus anchas,
ella
solita

Le gusta a la soledad que nos quedemos solos para tenernos en sus manos

Es, la soledad, una mujer celosa
y no permite que nuestros sentimientos
se distraigan
cuando nos pide amor tenemos que amarla toda entera
o nos duele
o nos hace pedazos
o nos deja frente a frente en un espejo de nosotros mismos

En el que no nos queda
otra salida
sino
amarla a ella porque
todas las mujeres del planeta
acaban de ser estranguladas por sus propias manos

La soledad
es una amante sumamente celosa

Y entonces
nos da tanta tristeza
que ya no haya mujeres en el mundo para amarnos
que nos quedamos terriblemente solos
—queremos estar solos—
Y ahí es dónde, ahí es cuándo,
la soledad,
viéndonos tan desprotegidos, tan a la deriva,
se queda con nosotros
—dice ella—
para amarnos.



***



Por qué siempre las muchachas

Para Antonio Orihuela


i
Llega una edad
en que uno mira
a las muchachas
y ya no se hace preguntas sobre uno mismo
sino sobre ellas.

ii
(Todas las muchachas guardan nuestro pasado)

iii
¿Qué es
ese algo
que lleva por el cuerpo
en perfecto desorden y en arreglo perfecto
la tontería y la gracia
de un todo no total
que llamamos muchacha?

iv
(Todas las muchachas andan urdiendo la maravilla)

v
Para estos casos difíciles
son inútiles los diccionarios,
las reglas de urbanidad,
la pericia en lenguas extranjeras
y los estudios especializados.

vi
(Algunas muchachas parecen felinos fuera del circo)
(Algunas muchachas deambulan en busca de un espejo)
(Hay muchachas, incluso, que intuyen lo que vale en la vida)

vii
Uno sigue mirándolas, sin acabar de entender
la opinión
que antes se hizo y que se fue olvidando.

viii
(¿Para qué fueron hechas las muchachas?)

ix
Llega uno a una edad
en que las muchachas
son la lejana idea
de algún lujo
que creímos de primera necesidad.

x
(A cualquier edad las muchachas son el mejor
aire que ha dado este planeta)





Dante Medina. En: A ojo de buen diablo. Poesía completa (1972-2018). Ed. Amargord, 2019

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