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martes, 7 de abril de 2020

EL DESERTOR (fragmentos)




No, no,  la vida no vale la pena a toda costa ser vivida,
yo sé que al día siguiente la usaré como una chaqueta de color
o como una copa a la que no te puedes acostumbrar.

La primera vez estuvo bien, sin duda,
aún con la nieve de una melancolía infinita acumulada en mi corazón,
pesadamente amasada en los pliegues de mi corazón.

Entonces, ¿cómo podría arrepentirme de algo?
yo que nunca me apegué a nada
si no a esta inmensa estrella inaccesible y siempre más distante
que es el amor,
si no a esta llama devoradora y sibilante
que es el amor,
si no a este desierto ardiente,  este sol implacable
que es el amor,
si no a este gran sueño donde todos los sueños se hunden
que es el amor,
si no a esta muerte cada vez más mortal
que es el amor.

¿Cómo puedo esperar algo?
Yo que me desesperaba por todo.

¿Cómo podría creer en algo?
Yo que nunca creí en nada,
yo el eterno buscador de oro en lo profundo de tus ojos,
de tus ojos dorados donde los párpados
sombrean mi cielo
para arrebatarme mejor mi tesoro.

Mis amigos se han ido, todos mis amigos están muertos.

Edouard, Edouard, al que tanto amaba,
en cuyo corazón dormí tantas noches,
tú por quien me muero por vivir y esperarte.
Erik, nuestros paseos durante toda la noche
a orillas del río de donde vinieron las estrellas,
perlas en los dedos del viento explotando entre nuestras manos.
Jacques alrededor de la lámpara cuando el opio humea, intoxicados,
quisiera haberte abrazado
pero el tren pasa y pasa la hora y el tiempo pasa...

cómo, oh! amados, podría vivir
sin vosotros una sola hora.

A menudo me pregunto, en la noche, a esta hora,
cuando me rodeáis invisibles,
instándome a unirme a vosotros,
vosotros, los únicos a los que me gustaría volver a ver.

¡Oh, presencias silenciosas y llena de rumores,
de susurros como besos perdidos escuchados
con la oreja puesta en el hueco de una concha
cuando el océano se encrespa sobre las terribles bestias!

Os habéis convertido en fantasmas del amor.




Pierre de Massot.
Versión de Antonio Orihuela

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