E estes são os nomes dos que perderam a pátria e a vida
e sofreram a tortura, a destruição e o exílio.
E estes são os lugares onde lhes deram a morte
e as fossas onde os deixaram apodrecendo entre anónimas árvores.
E estas são as calas e caminhos de onde se largaram da pátria que fora sua.
: Las Navas del Selpillar:
a família Benayon: e a Benchimol: e a Benzaken:
e todos os Cohen: e todos os Ohana:
La Viñuela:
e Isacc Abravanel, que já não comemorará com os seus, na terra antiga, o Shavuot e o Pessach:
e Ricarda Cobacho Cañete, mulher e mestra que não mais ouvirá os risos dos seus meninos:
e o costureiro Pedro Armenta Vargas:
e os que viram a última luz na estrada antiga de Lucena a Córdoba:
e os mortos de Monturque:
e os da estrada de Cabra: e os de Pilar de la Dehesa: e os de Alameda de Cuevas:
e Francisco Zafra Contreras, eleito do seu povo, a quem deram a morte ao lado do filho:
e Mair Ibn Joseph, derradeiro rabino:
Alameda de Cuevas:
e Carmen Arroyo Arroyo, a quem mutilaram cortando-lhe os mamilos:
Cuesta de los Balandranes:,
e o lenhador Francisco Antonio Cabeza Martínez, por demandar pão e justiça:
Cortijo Angulo:
e Abraham ben Meir ibn Ezra que cantou os lamentos do qinothe:
El Patio Civil:
e Rafael Baena Cruz, traído até na hora da morte:
e José Gama Rodriguez e seus primos:,
e El Sisia, vendedor de jornais:,
e Juan: e Manuel: e Araceli León: e Antonio Buendía Aragón: e Rafael Lozano Córdoba e Antonio PalominoLuque e JavierTubíoAranda e ParedesdeUñate e MorilesElCojoAgustínSerranoPacoMayorgasHurtado e PedroBurgosIsidoroValleJiménezeRafaelOlmoeJuanCabezaeGregorioCortésSánchez e e e e e e e e e eeee e todos os que se confundem no pó frio das eras.
E estes são os nomes dos que lhes deram a morte e o exílio, entre torturas e crueldades: Francisco, Gonçalo, Pemán, Isabel, Yahya, Mola, Pio, Alexandre, Benito, Cabanellas, al-Mu'min, Muíno Casal, La pajarilla de la muerte de Montilla, Samaniego, Mizian, Varela, , , ,
Nós, que fomos vivos, agora estamos mortos.
Contávamos paradoxalmente o tempo entre eternidades e dias.
E não sabíamos que Gog e Magog estavam já esperando nas margens largas do mar.
Apenas queríamos cultivar a terra inculta e parada,
e chamá-la nossa porque a beijávamos com a doçura dos arados.
E não pressentíamos que por sobre as águas viria o Mal
em fogo, em nuvem, em pássaros de ferro e chama,
e que o Mal poderia ter muitos nomes:
e poderia ter muitas caras e milhares de rostos,
e sibilar em estranhos ecos comoTasufin-Queipo-Botí-Pedraza-Rueda
e que viria um corcel negro cavalgando toda esta terra das Espanhas
empestadas do sangue dos cadáveres, e rasgada de fossas seculares
e calcada por todos os cascos de todos os ginetes do Escuadrón Aracelitano de la Muerte ou do Apocalipse
: e não sabíamos que nos iriam amputar as mãos
e os braços,
e as línguas para que se não ouvissem mais as nossas vozes
nem o nosso ladino som, nem o clamor das vascongadas,
e vazar-nos os olhos,
e as almas por onde nenhuma paz podia já escoar-se,
e que assassinariam os nossos poetas,
e passariam sob as rodas rudes dos carros os nossos instrumentos doces,
a grulla, o alaúde, as outroras onde recitavam maestros e cantores.
Nós não sabíamos ainda como a cavar trincheiras contra o ódio e a fome,
nós velhos de todas as idades
expulsos, passados pelas armas,
acusados dedo a dedo,
nós que já não colhemos no Yom Habicurim
nós que limpávamos e arávamos a terra,
mas não sabíamos interpretar os sonhos em que havia línguas de fogo e os corpos dos homens ardiam em piras oblíquas
nós no receio que se levantasse Pascual do seu vilancico
nós que vimos a pátria de longe a afastar-se,
e hoje morremos sem saber dela o que há.
: e estes são os nomes das vítimas,
as ignoradas e as esquecidas, as vivas e as mortas.
E estes são os lugares onde sofreram os padecimentos e as penas.
E estes são os nomes dos seus assassinos e verdugos.
IN MEMORIAM
Y éstos son los nombres de quienes han perdido su patria y su vida
y han sufrido tortura, destrucción y el exilio.
Y estos son los lugares donde les dieran muerte
y las fosas donde los dejaran pudriéndose entre árboles anónimos.
Y estas son las calas y caminos donde se fueran de la patria hasta entonces suya.
: Las Navas del Selpillar:
familia de Benayon: y de Benchimol:: y de Benzaken:
y todo los Cohen: y todo los Ohana:
La Viñuela:
y Isaac Abravanel, que ya no se celebrará con los suyos, en la antigua tierra, el Shavuot y el Pessach:
y Ricarda Cobacho Cañete, mujer e maestra que ya no oirá la risa de sus niños:
y el sastre Pedro Armenta Vargas:
y los que vieron la última luz en la antigua carretera de Lucena a Córdoba:
y los muertos de Monturque:
y los de la carretera de Cabra:
y los del Pilar de la Dehesa: y los de la Alameda de Cuevas:
y Francisco Zafra Contreras, elegido de su pueblo, a que han dado muerte al lado de su hijo:
y Joseph Ibn Mair, último rabino:
Alameda de Cuevas:
y Carmen Arroyo Arroyo, a quien mutilaran cortando sus pezones:
Cuesta de los Balandranes:
y el talador Francisco Antonio Cabeza Martínez, por pedir pan y justicia:
Cortijo Angulo:
Y Abraham ben Meir ibn Ezra que cantó las lamentaciones do qinothe:
El Pati Civil:
Y Rafael Baena Cruz, traicionado en la misma hora de la muerte:
y José Gama Rodriguez e sus primos:
y El Sisia, repartidor de periódicos:
y Juan: y Manuel: y Araceli León: y Antonio Buendía Aragón: y Rafael Lozano Córdoba y Antonio PalominoLuque y JavierTubíoAranda y ParedesdeUñate yMorilesElCojoAgustínSerranoPacoMayorgasHurtado y PedroBurgosIsidoroValleJiménezeRafaelOlmoeJuanCabezaeGregorioCortésSánchez y y y y y y yyyyy todos cuantos hoy se confunden en el polvo frio de los tiempos.
Y estos son los nombres de quienes les dio muerte y exilio, entre tortura y crueldad: Francisco, Gonçalo, Pemán, Isabel, Yahya, Pio, Alexandre, Benito, Cabanellas, al-Mumin, Muíno Casal, la pajarilla de la muerte de Montilla, Samaniego, Mizian, Varela , , , ,
Aquellos de nosotros que estaban vivos, ahora estamos muertos.
Paradójicamente contábamos el tiempo entre eternidades y días.
Y no sabíamos que Gog y Magog ya estaban esperando en las orillas del mar.
Sólo queríamos cultivar la tierra inculta y parada
y llamarla nuestra porque la besábamos con la dulzura de los arados.
Y no presentíamos que sobre las aguas vendría el Mal
en fuego, en nube, en pájaros de hierro y llamas,
y que el Mal puede tener muchos nombres:
y puede tener muchas caras y miles de rostros
y silbar en extraños tintineos como Tasufin-Queipo-Botí-Pedraza-Rueda
y que un semental negro cabalgaría esta tierra de Españas
malolientes a sangre de cadáveres y lacerada de huesas seculares
y pisada por todos los cascos de todos los caballistas del Escuadrón Aracelitano de la Muerte o del mismo Apocalipsis.
Y no sabíamos que nos amputarían manos
y brazos
y las lenguas para que no se escuchara más nuestras voces
o nuestro sonido en ladino, o el clamor de vascongadas,
y a rasgarnos los ojos.
y las almas por donde ninguna paz podría más transitar
y que asesinarían nuestros poetas,
y pondrían por debajo de las ruedas groseras de sus coches nuestros instrumentos dulces,
la grulla, el laúd, los antaños donde recitaban maestros y cantantes
Nosotros no sabíamos como cavar trincheras contra el odio y contra el hambre,
nosotros viejos de todas las edades,
expulsados, deshechos por las armas,
acusados dedo a dedo,
nosotros que ya no cosechamos en Yom Habicurim,
que limpiábamos y arábamos la tierra,
pero no sabíamos interpretar los sueños en los que hubo lenguas de fuego y donde los cuerpos de los hombres se ardían en piras oblicuas,
nosotros bajo el miedo que se levantase Pascual de su villancico
nosotros que vimos la patria a irse , de muy lejos,
y hoy nos morimos sin saber lo que allá se mueve.
: y estos son los nombres de las víctimas,
ignorados y olvidados, los vivos y los muertos.
Y estos son los lugares donde sufrieron los sacrificios y padecimientos.
Y estos son los nombres de sus asesinos y torturadores.
Fernando Cabrita. Lejos de Sefarad (poemas de la ciudad de Lucena) / Longe de Sefarad (poemas da cidade de Lucena). Edición Libros del estraperlo. Ayamonte, 2014
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