Para que me protegieran,
también yo puse dos grifos en la puerta.
En cerrada estancia me quedé, pero fuera
juegan sobre ellos
los niños,
Yitim Bahal,
ajenos a la ruina.
Antonio Orihuela. Cuaderno de Nepal. Madera de un solo árbol. Ed. Delirio
¡Buenísimo, Antonio; qué bien escribes!
¡Buenísimo, Antonio; qué bien escribes!
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