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lunes, 25 de julio de 2022

10 poemas de ENTRESER de JORGE RIECHMANN




Uno que mira en derredor

y piensa:

el crimen

de quienes convierten a la gente

en esto

¿cómo podría expiarse?

 

 

 

 

 

Uno que apenas soporta su dolor de muelas

¿se atreverá a hablar de los presos políticos,

ijares desgarrados por la tortura?

¿Se acostará cerca del trabajador bananero

a quien han destrozado la rodilla de un tiro

por querer organizar el sindicato agrario?

¿Le lamerá las manos destrozadas al joven ladrón de coches

crucificado contra aquella valla

en la periferia protestante de Belfast?

 

 


Uno que piensa: esto que hemos construido

es el negativo de lo que sería

la vida verdadera, pero enseguida repara

en la inexactitud del símil, no es así,

imagen negativa y positiva

se entreveran, se proyectan

juntas en esta figura angulosa y excesiva

de nuestro vivir, y no

 


Uno que ve a otros

leyendo manuales de autoayuda,

El Tao de la sanación, El hombre

autorrealizado, y sabe:

lo que tú no sepas

nadie puede enseñártelo.

Tu palabra del dorso

has de decirla tú

 

 

 

 

 

Se le ocurre entonces que hay que llamarlo

Rimbaldo, el rápido Rimbaldo, y quizá entonces

algún adolescente no menos rápido pensará cómo

un futbolista tan rápido puede haber escrito

tan raras prosas, Una temporada

en el infierno, quizá la amenaza del descenso

a la segunda división, y la mano

quede prendida del papel y el ojo conectado

con la mano, y el veneno verde

penetre lenta pero implacablemente con la noche y se haya ganado

un muchacho insomne y azorado, un despojo

con el que juega carnicera la belleza, un lector

 

 

 

 

 

Uno que vuelve a lo mismo,

la hormiga más sencilla, la sed más elocuente;

uno que sabe que toda tormenta

entrega a la postre su urbano vaso de agua

 

Uno que sólo llega

allí donde ya estaba

pero le cuesta, le cuesta

 

 

 

 

 

Uno para quien el yo debería ser

como una moneda gastada:

 

ahora en mi mano

ahora en la tuya

 

ahora cae al suelo

 

y se perdió

 

 

 

 

 

 

Uno que antes de acabar relee

la luz de Whitman:

estos son en verdad los pensamientos de los hombres de todas las épocas y de todos los países; no son originales,

y si no fuesen tan tuyos como míos, no valdrían nada, o casi nada,

si no son el enigma y la solución del enigma, no valen nada,

si no son cercanos y remotos al mismo tiempo, no valen nada,

ésta es la hierba que brota dondequiera que hay tierra y agua,

éste es el aire común que baña al globo

 

Uno que se repite:

inteligencia

de lo común

 

 

 

 

 

Uno que a sus 39 años

deja de tener prisa,

la flor lejana no aroma más que la adyacente,

es el libro releído el que libra su secreto,

las tardes son dulces si las subraya el sueño,

en medio de los estrépitos peores

el lecho de silencio

siempre está ahí

 

 

 

 

 

y bajo la superficie de los párpados

un planeta no cesa de girar.

 


 


 Jorge Riechman. Entreser. (poesía reunida, 1993 -2016). Ed. Calambur, 2021

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