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viernes, 29 de julio de 2022

11 poemas de ENTRESER de JORGE RIECHMANN


 


Amantes

heridos muchas veces

de tan gran soledad

 

Izados

por un deseo

más fibroso y hambriento

 

Con la responsabilidad

de preservar

el más sagrado de los vínculos

 

Con el miedo

de los animales

en la espesura

 

Con la libertad

de los animales

en la espesura



***



Lo malo

de un amor así

es que uno se pregunta:

¿qué viene después?

 

Tras ser colmado así

y si el milagro nos desamparase:

¿cómo seguir avanzando

por qué escarpada senda?

 

 ***



No tratar

de dominar

 

sino

 

dejarnos vivir

por la vida

 

“Uno se alegra al ver a dos amantes

dando ejemplo”

dice Handke

 



***



Mi amante

feminista

comunista

vegetariana

y lectora de poemas

 

Casi un milagro

en este mundo de desigualdades amuralladas

créditos hipotecarios a cincuenta años

masacres contra los animales

y borbollante telebasura

 



***


Cuántos enamorados

se arrojan uno en brazos del otro

tiritando: sálvame, o

silabeando ateridos: déjame salvarte

 

Pero nadie salva

a nadie

 

Sólo podemos

reconocer la intemperie del otro

y transmitir calor abrazando

o soplando en los dedos

 

No podemos salvar

 

sí acompañar



***


Escribir poemas

es una forma de intentar estar

cerca de los otros

 

cerca de ti

 

en un mundo

donde conspira casi todo

hacia la lejanía

 



***



Cuando deseamos intensamente a alguien

 

cuando dudamos sobre ese risco afilado

antes de extender una mano hacia el otro

o no hacerlo

cuando arriesgamos el milagro y la devastación

 

la tentación mayor

no es la belleza de ese cuerpo

el calor la agilidad la hospitalidad

que adivinamos en ese cuerpo nuevo

con todos los secretos que podría revelarnos

 

no, lo que más nos atrae

no es tampoco el anhelo de unidad primordial

esa totalidad imposible que sospechamos podría construirse

si se juntasen ambos cuerpos demediados

 

no: la tentación mayor es la promesa

de una vida extra

 

los nuevos caminos que cabría recorrer juntos

las nuevas albas y los nuevos crepúsculos

que podríamos contemplar juntos

todas las penas y gozos

de una segunda vida

que quizá podría comenzar



***



La tecnología no nos hace más felices

 

No añade

ni un gramo

ni un adarme

ni una pluma

ni un cilio microscópico a la felicidad

 

Para el tipo de animal que somos

la felicidad arquetípica

cabe pensarla así:

 

que nos espulgue bien

y nos acaricie sin prisas

alguien a quien amamos

 



***



Qué deseos de huir

contigo

a bosques lejanos

a playas lejanas

a riscos lejanos

 

Qué ganas de ganar

aquellas remotas transparencias juntos

 

juntos llegar a aquel estado

en el cual –como le sucedía

al poeta Pedro García Cabrera—

“el aire entrase en nosotros

sin encontrarnos”

 

Qué necesidad de buscar refugio

en la última buhardilla de la última ciudad

o en la última cabaña de la última isla

 

Pero ¿cómo no darse cuenta

de que si aquella compartida transparencia es real

entonces podemos acceder a ella

no tanto en lo remoto

como en lo próximo?

 

¿No huyendo

sino ahondando?

 

Ahí estamos

juntos

en el milagro del dos

 



***



Escribimos poemas

porque no sabemos cómo vivir

 

y porque sin embargo lo sabemos

mejor que nadie de los que nunca leen

ni escriben

poemas

 



***



Enamorarse es

una especie de catástrofe natural

 

amar es

un arte




Jorge Riechman. Entreser. (poesía reunida, 1993 -2016) . Ed. Calambur, 2021

 

jueves, 28 de julio de 2022

6 poemas de ENTRESER de JORGE RIECHMANN

 



Sin hacer ruido

marcharse

 

sin hacer ruido

llegar

 

***


Auschwitz es

infinitas cosas pero también

la esquina del pañuelo que sobresale

en el bolsillo del traje cruzado

 

(La indiferencia de los buenos

--reconozcamos la lucidez de Gandhi y Luther King--:

peor que la maldad de los malvados)



***


En los centros comerciales de hoy

se preparan las masacres de mañana

 

***


Ya no tenemos cultura, tenemos tendencias

No tenemos universidades: tenemos escuelas de negocios

No tenemos trabajo, tenemos autoemprendimiento

No tenemos paisajes: tenemos capital natural

No tenemos ciudades, tenemos parques temáticos

No tenemos amistades, tenemos coaching

No tenemos viajes: tenemos rutas turísticas y hoteles con encanto

No tenemos comunidad, tenemos fútbol

No tenemos seres humanos: tenemos empresarios de sí mismos

gestores de sí mismos

y vendedores de sí mismos

 

En el futuro se pudre el pasado, dice un verso de Ajmátova

 

No tendría por qué ser así

No hay ninguna necesidad histórica que nos lleve al pudridero

Pero, de hecho, vamos a eso…

 

 

Calle de la Muralla

 

 

Los egipcios tenían faraones

y nosotros a los príncipes de las finanzas

en Wall Street

 

Constructores de pirámides

en ambos casos

 

Debeladores de la finitud humana

en ambos casos

 

El equívoco que lo enturbia todo

es que a lo nuestro lo llaman

democracia




la mancha de vino habla a la copa rota

 

 

No lo que acumulas:

sólo lo que regalas

 

Eso habrás reunido

en la hora final





Jorge Riechman. Entreser. (poesía reunida, 1993 -2016) . Ed. Calambur, 2021

miércoles, 27 de julio de 2022

3 poemas de ENTRESER de JORGE RIECHMANN

 




VOLUNTARISMO VEGETAL

 

 

Algunos arbustos, algunos árboles se adelantan siempre a la primavera. Almendros, retamas, ginestas, endrinos, albaricoqueros: vuestra floración temprana no se apoya en ninguna constatación, sino que supone un arriesgado acto de fe, una ferviente apuesta para que el acontecimiento esperado finalmente sea. Apuesta donde os lo jugáis todo: alguna helada de marzo ¿no acabará abrasando los audaces brotes expuestos? Uno puede abrevarse en la abstracta sombra dulcísima que proyectáis estos días, tan nutritivamente.

 

Hay algo de ese voluntarismo irremediable en todas las búsquedas que atina a emprender el ser humano.

 

 

 

 

CON ALIENTO DE NADADOR

 

 

Debo un poema.

 

Les debo un poema a un hombre calvo y a un niño gordo –diré que son abuelo y nieto, y muy probablemente lo son— que prendieron mi atención durante un par de horas en la desierta playa del Puerto de las Nieves.

 

Algunas y algunos lo sabéis: los riscos que se divisan desde Agaete, ese lugarejo de la costa septentrional de Gran Canaria, caen a pico sobre el mar trescientos, quinientos metros. La luminosidad del crepúsculo había despejado el espacio de cualquier clase de componendas, contracciones o volatines. Recuerdo un sosiego cercano al recogimiento. La playa es de arena oscura y guijarros menudos (debo un poema). El quebrantado Dedo de Dios –que abatió una de esas tormentas tropicales de las que no se puede decir que están vinculadas al calentamiento climático— ya no remite al infinito.

 

Del hombre, bronceado, bajo y fornido, podemos pensar que había sido marinero. Su nieto y él –les debo un poema— se desnudaron, doblaron la ropa sobre una piedra y entraron en el mar. A lo largo del espigón nadaron, braceando con regularidad, un largo y vuelta, otro largo y vuelta, durante más de una hora. El abuelo se detenía a veces unos momentos para no dejar atrás a su nieto, pero éste era también avezado nadador. No había nadie más en el agua, ni tampoco en la playa.

 

A los dos que finalmente salieron del mar debo un poema. Se secaron con sendas toallas, conversando –desde donde yo estaba solamente les veía mover los labios--. En cierto momento el niño dio a su abuelo un abrazo tan afectuoso que ese gesto solo hubiera podido, en días antiguos, salvar una ciudad.

 

Ahora ya están vestidos, se alejan, playa y océano quedan abandonados a su paradójica intimidad. Ese niño gordo –metabolismo desequilibrado por la dañina dieta de nuevos ricos que nos infligimos los españoles a comienzos del siglo XXI— tenía muchas cartas para haber padecido burlas y vejaciones por parte de compañeros de colegio aún entrampados en la crueldad de la infancia; pero su abuelo, una tarde tras otra, está enseñándole a jugar otro juego, a valerse de otros recursos. Su joven corazón de nadador no cederá tan fácilmente ante la injuria o el chantaje. Ambos ante mis ojos han puesto en práctica –tan hermosamente— uno de los momentos más esenciales en la producción y conservación de eso que aún nos atrevemos a llamar humanidad: el momento sagrado de la transmisión.

 

Les debo un poema, un poema que habrá de ser flexible y fuerte como piel de mamífero marino, un poema con resuello de nadador.

 


A PESAR DE

 

 

Los trajes oscuros con ordenadores portátiles perderéis.

 

Los pies desnudos con silbidos significantes ganaremos.

 

Todas las probabilidades, todas las programaciones y todos los vaticinios están en contra, pero sucederá así.

 


Jorge Riechman. Entreser. (poesía reunida, 1993 -2016) . Ed. Calambur, 2021

martes, 26 de julio de 2022

7 poemas de ENTRESER de JORGE RIECHMANN


 


VIVE EN UN MUNDO APARTE

ladra la propaganda

 

Regresa al mundo común

susurra la poesía



 

2

Por el placer

dar gracias

Por el sufrimiento

dar gracias

Por la dificultad

dar gracias

Por el agradecer

dar gracias

 

 

***

 

 

En la poesía

hacer pasar de contrabando

algo de esperanza revolucionaria

 

y en la esperanza revolucionaria

hacer pasar de contrabando

mucha poesía

 

 


infrasimplicidad, infracomplejidad

 

 

Nuestra realidades:

demasiado simples

demasiado complejas

 

Por una parte

una muy sencilla historia de dominación

desde Ramsés II hasta Goldman Sachs

 

Por otra parte los detalles

se han vuelto laberínticos

hasta el extravío: para tratar de orientarse

hoy hace falta saber de exoplanetas

derivados financieros células madre

nanotecnologías neuromárketing paraísos fiscales

 

habría que cursar

casi un par de másters cada año

y aun así no llegaría uno

 

¿Debería sorprendernos tanto

que la gente se refugie en el fútbol

y en el escote de la presentadora?





el parque de Skansen

contiene un zoo de animales escandinavos

 

 

La nutria encerrada

el oso encerrado

el alce encerrado

el jabalí encerrado

el lobo encerrado

el lince encerrado

la lechuza encerrada

el bisonte encerrado

la foca encerrada

 

y quien los contempla

fantaseando

que es libre

 

 

al menos 173, dice Human Rights Watch

 

1

Alemanes

soñando con vivir en la costa española

 

Españoles

soñando con vivir en la costa tunecina

 

Tunecinos

soñando solamente con vivir

 

2

Túnez cree en la democracia

Egipto cree en la democracia

Libia cree en la democracia

y paga por ello

con miles de muertos por tierra mar y aire

 

España cree en el fútbol

la Lotería Nacional

las procesiones de Semana Santa

y las descargas porno en internet

 

3

Nos decían

que el destino de la democracia

se jugaba en Washington

 

y en realidad

se decide en El Cairo

 

4

Imágenes de Ernesto Guevara

con pies de foto en árabe

en manos de los jóvenes yemeníes

 

No sabemos qué va a salir de esto –dicen--

pero lo intentamos con todas nuestras fuerzas

 

Sólo conocemos el futuro –dicen—

y quién es nuestro oponente

 

Yerran en lo primero: ni ellos ni nadie sabe

casi nada acerca del futuro

 

Pero comparados con casi todos nosotros

ellos sí saben algo esencial:

quién es su adversario

 

5

Tres días son tres meses

Una hora es un año

 

El tiempo del viaje

El tiempo del amor

El tiempo de la revolución

 

6

Llaman accidentes

a la liberación de los pueblos

 

y desórdenes

a las revoluciones

 

Son los mismos

que a los rentistas los llaman

inversores y a la privatización de lo público

protección del bienestar

 

Ya Confucio llamaba la atención

sobre la rectificación de los nombres:

 

sólo con un Gobierno justo

las palabras podrían significar su sentido

 

7

Las sublevaciones civiles en el mundo árabe

cogen con el pie cambiado a quienes se obstinaron

en mantener esa ficción culpable:

capitalismo y democracia

son compatibles

21 de febrero, 2 de marzo y 8 de mayo de 2011

 

 

 

 

la democracia en las plazas

 

“Qué fácil es olvidar que la práctica política funciona muchas veces como un telar que teje en dos direcciones, lo esperado y lo inesperado”

John Berger (en El toldo rojo de Bolonia)

1

Los seres humanos podemos no envilecernos

La sociedad puede no humillar

La economía puede no destruir la vida

 

No hay necesidad ninguna

en esta demencial cuesta abajo

por la que podríamos no estar resbalando

 

2

Se comienza llamado boutique del pan a la tahona

y a la prostitución, relax

 

Así se acaba llamando inversores a los rentistas

y al capital, los mercados

 

Lo anterior no son observaciones filológicas:

es la historia de una degradación moral

 

3

No puede haber buenas instituciones

sin que haya buenos ciudadanos

 

No puede haber buenos ciudadanos

sin que haya buenas instituciones

 

La salida de ese círculo

es la lucha:

 

las luchas sociales

las luchas ecológicas

las luchas sindicales

las luchas feministas

las luchas libertarias

las luchas democráticas

las luchas sororales –disculpen por tener

que inventar ese término, pidan responsabilidad

al patriarcado— y las luchas fraternas

 

4

Separarnos

de eso en nosotros mismos que admira a quien se vale

de la pequeña ventaja para pisar al otro;

 

identificar en nuestra propia alcoba

lo que querría violar, robar, asesinar –y aislarlo;

 

discriminar con cierta nitidez

entre las representaciones que nacen de alguna sabiduría

y aquellas que concentran telebasura en cápsulas;

 

mirar de frente a los ojos

del sombrío hermano gemelo

que desea ceder, confortablemente dejarse caer

sobre el cojín de mierda;

 

y así

volvernos capaces de acampar

bajo el limpio sol nocturno

con los nuestros

 

5

El acróbata

ha tropezado con su propio traspiés

 

se levanta

izándose a sí mismo

a pulso

 

y continúa

avanzando sobre la cuerda floja

a ras de suelo

mayo y junio de 2011

 

Jorge Riechman. Entreser. (poesía reunida, 1993 -2016) . Ed. Calambur, 2021