Un día descubres que te has enclaustrado
a base de levantar fronteras,
y encerrado en ellas para saber quien eres.
rodeada de un inmenso océano desconocido,
donde cada vez que metes un pie, el pie desaparece,
al punto de que quién sabe si en vez de una isla
no seas también un océano
que no sabe de ti, ni de océanos,
ni del ilusorio proceso de conocer.
Demasiado fuerte, sí,
tal vez por eso mi madre
me compró esta pala y este cubo
y me puso a jugar aquí,
debí hacerle caso.
ANTONIO ORIHUELA. Diles que dije que no.
La Isla de Siltolá 2023
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