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martes, 22 de agosto de 2023

SAMUEL



 

Samuel, un niño congoleño,

apareció ahogado en las playas de Barbate.

 

Rosario, una pensionista

que no llega al salario mínimo,

se quitó de comer

para darle digna sepultura.

 

Va a verlo todas las tardes,

limpia su tumba,

le pone flores amarillas,

le trae juguetes y peluches.

 

-No pude darle la vida,

así que esto es lo menos que puedo hacer por él.

 

Lo hago porque podría ser mi hijo

y porque si todos ven que yo lo hago sin poder,

el día de mañana otras personas que pueden

podrían hacer lo mismo.

 

Yo no sé si era cristiano o musulmán,

lo mismo da, era una persona,

con eso es suficiente.

 

Seguiré viniendo

mientras me aguanten las piernas.



 Antonio Orihuela. Camino de Olduvai. Ed. Irrecuperables, 2023


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