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jueves, 14 de septiembre de 2023

5 poemas de CENIZA Y LUZ de SILVIA RAMOS


 

ESCRIBO

 

 

 

 

EN esta hora en la que quiero escribirme

                                                      escribirte

                                                      escribirles,

escribir a alguien que a veces soy y yo

a veces tú

otras veces ellos…

 

Quiero escribirle a mi garganta,

para que suene lo que tiene que decir.

Escribo desde el estómago

desde el pecho jadeante,

escribo desde un submundo

que en ocasiones se rebela

y me empuja a pensar

sobre la dimensión de lo absurdo.

 

Cuando resuenan trompetas

y ensordece el sentido,

 

me pongo a caminar

por los pasillos de esa ciudad

       que soy

       que eres

       que son.

 

Así escribiéndome

      escribiéndote

      escribiéndoles,

sucede el tiempo

y las trompetas se callan

en el aparente silencio

que ahora inunda esta habitación.




BAJO UN SOL DE OCÉANO

 

 

 

PIES que se elevan sobre la arena calada,

luz que atraviesa el iris en soledad.

Roce de piel que arde, bajo un sol incesante;

piel que cicatriza,

                  en vuelo imaginario al horizonte.

 

Siempre habrá más allá donde mirarse,

donde sentir sin que la pupila cierre

en un punto inapreciable.

 

Hay ojos sumergidos con los párpados abiertos,

aguas más cristalinas sin confusos reflejos.

La silueta parece definida,

no hay sombras ni duda:

             eres tú soy yo,

caminantes sobre las olas.




EL CUADERNO

 

 

PEDISTE la noche estrellada de Arlès,

dibujé tu sombra sobre el Ródano,

escribí un poema en el agua,

a un fantasma enamorado

                   entre las barcas flotantes.

 

Pediste la noche estrellada de Arlès

y el amor esparció en el aire una palabra.

Cayeron necesarias las estrellas.

Poco a poco fuiste materia,

y mi existencia un arcoíris de utopía.

 



TU SILENCIO

 

 

 

TU silencio es el sonido de un arpa.

Tu silencio es río que brota de la pierda insospechada.

Tu silencio sostiene la caricia

                                                 y da nombre propio al gesto.

Tu silencio es el lugar donde quiero habitarme,

ese paisaje soñado

                         del que no quisiera irme.





HE VUELTO

 

HE vuelto,

las calles no son

sin tu nombre.

 

Creí haber perdido mi casa

pero sobrevive en tu atmósfera.

 

Abro la puerta,

                  quiebra el silencio

y me doy cuenta:

tal vez fuiste la silueta,

                    tu trazo voló súbitamente;

como si tenernos hubiera sido

                                            un breve sueño,

como si tus pasos los hubiera

                                            murmurado el aire.

Lo he perdido casi todo.

                  Ahora borro

                            tu rostro entre las olas.




Silvia Ramos. Ceniza y luz. Ed. Polibea, 2023


1 comentario:

  1. Gracias por abrirte y mostrarte, me trasladas a experienciss efimerss en lss que tambienlimagino que he penetrado salud desde un pueblecito costero desde que contemplo cada dia el Cantabrico y y la Totem Sierra del Cuera, abrazos

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