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viernes, 26 de abril de 2024

2 poemas de CASANDRA IMPARABLE de LOLA CALLEJÓN

 


 

Nunca más

Ni Gorgonas con cabellos deformes
de serpientes contrayéndose,
ni sirenas embaucadoras de marinos,
ni Pandoras malignas,
ni Heras sufrientes, fieles.
Atenea abandona su arquetipo
de intelectual asexuada.
Afrodita deja su imagen de objeto frívolo
y veleidoso de deseo.

Seres completos, sin límites.
Así vagaremos.
He aquí nuestra conclusión: ¡Ya basta!.


Reencarnación (a modo de epílogo)


Como almendras que yacen en la rambla,
mudas ante los cantos de cigarras,
así percibirás la pureza del origen:
el fuego en los ripios de plomo,
minas ocultas en la sima,
uvas que se doran en los racimos,
las trébedes acomodadas sobre una lumbre,
unas manos que encienden las cenizas,
el fuego que dice conjuros y habla.

Igual que el aire limpio del cortijo,
que quita cualquier lienzo a la mañana,
así abrirás los ojos cada día:
podrás diagnosticar señales,
rituales de la vida, cloroplastos,
pupas que se ocultan bajo las grietas,
agua que brota encogida, ocelos de lagarto,
adelfas, efedras, tres acebuches,
higueras de cien hijos que te miran.

Casandra reencarnada en silencio.
Tú serás la que presagie certezas:
abisal barranco, temperaturas extremas,
los altibajos del antropoceno,
el lamento oculto en la gris galena,
los trabajos segregados por sexos
bajo pámpanos que verdean,
del caudal la pérdida, el agua que se para,
la galería que entra en el silencio.

Has nacido niña desnuda
sobre una roca de Las Béticas
y ya eres adivina.

 


Lola Callejón. Casandra imparable. Ed. Fundación María Fulmen, 2024

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