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miércoles, 17 de abril de 2024

MANIFESTO ECOPOÉTICO

 



Salud y poesía a todo el mundo y a toda flora y fauna que lo habita:

helechos felices, cereales y poetas, gatos de la calle y gatas de la luna,

trabajadores en la tierra, en el mar y en la noosfera, peces, vieiras,

líquenes, tigres de ternura, hermandades de la sangre y de la clorofila,

hongos, todos los árboles y todas las aves del mundo en armonía...

Porque quien no está con la vida está con la muerte.


La poesía llega plena de amores y cargada de clamores,

forjada contra la intranscendente banalización de la cultura,

contra el insostenible consumismo irresponsable,

contra la falsaria superficialidad demagógica,

contra la irreflexiva e insolidaria frivolidad acrítica,

contra el anticlímax ecocida que provoca cambio climático,

calentamiento global y efecto invernadero en el planeta,

contra la guerra que liquida individuos y especies

verdes y de todos los colores del arco iris,

contra el sistema social, económico, político y cultural dominante

que depredó a la naturaleza y degradó el medio ambiente,

despreciando y excluyendo la diversidad cultural de márgenes,

de indígenas, de clases, de pieles, de sexos y de géneros,

y privilegiando una producción capitalista explotadora e injusta

hasta hacerlo hegemónico mediante la jerárquica y homogeneizante

globalización mundial,


contra esto y por la paz natural de la biodiversidad en equilibrio

precisamos de un pensamiento radicalmente ecológico

que nos recuerde la interconexión de la humanidad

con los demás seres animales, vegetales y minerales

de la Tierra y acaso del Universo infinito,

sin centros, sin periferias y sin fronteras,

porque la existencia es siempre coexistencia

en permanente resistencia como el maquis,

y la supervivencia precisa más que nunca

de una poética vital que fusione poesía y acción,

ya que, en realidad, contra la parálisis,


POESÍA ES ACCIÓN

 

La poesía nunca está en las palabras.

La poesía no está en estas palabras,

Sino en los actos que provocan.

Por esto este poema es un acto radical

o no es nada.

La poesía es decir, resueltamente,

que la poesía nunca está en las palabras,

sino en lo que se hace cando se escribe,

sino en lo que tú hagas cuando leas.

No existe la poesía,

sino pruebas de poesía.

La poesía es acción o no es nada.


Palabra, acto y pensamiento,

palabra totalmente integral

que solo se produce en libertad y por la libertad,

como se crían libres sardinas y golondrinas,

porque poesía es conjuntamente

pensamiento, acto y palabra,

materia de ayer, de hoy y de mañana,

como la naturaleza y la utopía,

siempre proteicas contra el artificio y contra la distopía

y a favor de las libertades que dan vida.


Libertades para decir y vivir lo que no se puede decir y vivir de otro modo,

porque sino la poesía no tendría razón de ser

y porque además la poesía no tiene equivalente

y por tanto no tiene precio,

como el existir de cada individuo vegetal o animal.

Igual que ocurre con el verdadero amor,

la poesía ni se compra, ni se vende.

Como el león y como la cebra, la poesía no es una mascota,

viviendo por vivir, como un leopardo o como una perra

llena de vida insurrecta por mucho más de mil años.


La poesía se respira hasta el fondo.

La poesía vaga errante, imparable, irreductible

como los caballos y como las yeguas salvajes.

porque el mundo se dispuso sin límites

para que nos amásemos nómadas.

La poesía se vive

y además solo en libertad.


Decía Lorca que todo artista,

y particularmente si es poeta,

resulta siempre anarquista.

Seamos, pues, poetas

y liberemos la Tierra, contenido y continente

con todos sus seres, de los poderes opresores.

Clímax poético frente a infierno climático.

Liberación con la generosidad del amor

contra la usura del desamor

ya que no hay más amor que las pruebas de amor.

Y porque así todos los poderes del planeta

desocuparán sus últimos dominios

definitivamente liberados por el amor vital.

Depuremos a la naturaleza de los poderes

y de sus ávidos intereses mercantilistas

si queremos que viva,

porque la naturaleza,

como la poesía,

es esencialmente anarquista.


Esto es el ADN del amor

y también de la poesía,

y por tanto de la vida

que solo se da en la naturaleza:

potencialidad infinita.

Darlo y recibirlo todo

sin renunciar a nada.


Salud y poesía para todo cuanto hay.

La lucha continúa.

 

 

Claudio Rodríguez Fer

 

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