Páginas

domingo, 5 de mayo de 2024

game over




adiós a las carreteras,

en el muy largo plazo

(y, en su lugar, naturaleza);

algunos, de los de nuestra especie,

sin embargo,

sí que funcionan,

y tendrían, por tanto, derecho a la moviola

(y, acaso, a un Life on Mars);

una puesta de sol frente a plástico de burbujas

(no importará entonces el plástico,

ni la placenta)

y moscas

(estas fueron la eternidad todo el tiempo):

sin, pongamos por caso,

ni siquiera ingleses recordando quiénes inventaron el té,

y sin apenas rastro del comercio entre civilizaciones,

el último cisne negro

(¿y preguntar, ya cuando este acontecimiento en concreto,

algo sobre la OTAN?,

se habían convertido, con todo, en pegamento”,

podría haber sido, para entonces,

la quizá no decadente, o crepuscular,

pero sí última, y tácita, respuesta):

cubos de agua a través de las hojas,

en la casa del árbol,

un laberinto abandonado,

no existir, entonces, referencias

de dónde pueda estar Venus

(o lo que eso signifique),

eufemismos habiendo ya sucedido,

el tiempo no habrá sido nunca, acaso, lineal,

el total de lo perdido

pertenecerá entonces al suelo:

la noche como palíndromo,

Países Bajos, en el campo visual de un tiburón,

aquí estuvo la Bazaar:

una realidad entre objetos obsoletos y masivos,

¿la pérdida de un paraíso?,

descender a esta nave de niebla cálida,

guantes de sangre para expulsar el sol

(a lo mejor, en cierto modo,

siempre hemos querido a juego, un esmoquin,

algo elegante,

con escudos de armas bordados):

la lluvia cayendo, a este vaso con penicilina;

el mundo, la esfera, en su conjunto,

a modo de fría bóveda de una cripta llamada radiología,

desintegradas todas las banderas,

los antagonismos,

todas las ventanas

……

……

el invierno de todo,

toda una Historia del Pensamiento convertida en agua y humo,

un Museo de Ciencias Naturales infinito y lleno de chatarra

(al tiempo, una suerte de primavera a todo pulmón)

……

……

ausencia de colecciones

(de movimientos por los derechos civiles);

a diferencia de cualquier otro desastre,

este no dispondrá de turistas:

coyotes tras un sistema totémico,

y la subsiguiente inundación,

y no poder, entonces,

conocer la opinión del clima

(lo salvaje trasciende al clima,

a la cresta rota)

……

……

nuevo plástico en los océanos ninguno,

ninguna familia rubia sociable

……

……

no todos los animales morirían con nosotros

(o más bien, de hecho,

se estima que no morirían en absoluto),

un tiempo diferente,

de una belleza aterradora,

en algunos lugares, sale el sol,

en otros, el sol se pone,

y, en toda la superficie, en su conjunto,

anarco-absolutismo über-alles,

todos los espectáculos se habrán terminado,

y todas las grietas se habrán suspendido,

tras desiertos vascos durante ¿siglos?

(o más bien décadas)

y, entonces, quién las sirenas,

pero sin escalofríos, sin espejos,

todo está desconectado,

los márgenes están algo, con todo,

llenos de nosotros,

millones de rocas desprovistas de Historia,

también sin Euler,

una marca de tiempo invisible,

estática de no sección de una ciudad, de un nervio humano,

desprovistas en definitiva de monolito,

y, entonces, quién Estados Unidos

(el sexo por placer es muy humano,

pero en este escenario

habrán terminado los idiomas,

o la pirámide de Maslow):

el Imperio Horizonte,

un león de cerca,

costa viva

……

……

el sistema, dando lugar a facultades

y vasijas de sangre y oro y metástasis;

¿se derretirán, bajo el sol,

tras nuestra desaparición,

Homo sapiens´ exit,

todos los nutrientes

que hayamos acumulado?:

el desquiciado último brillo de nuestro estrellato,

y después el triunfo de una víctima,

el triunfo de Gaia

(y a partir de entonces, la academia con su propia brújula):

lo contemporáneo estará volviendo,

ad infinitum, a su madre

……

……

no podemos abortar el proceso de destrucción

por nuestra cuenta:

acaso debamos experimentarlo

……

……

¿una clínica, un protocolo?,

para poner algo de orden,

una fórmula para seguir luchando,

en estos conceptos alborotados, abstractos,

esas Ítacas que nos vamos encontrando,

mientras nos dedicamos a abrir puertas

y a dar cumplida rienda suelta

a nuestro síndrome del ayudante

(otros van al gimnasio)

……

……

una sociedad en dibujos geométricos,

paisajes desencarnados y en tonos oscuros,

una tela envejecida, lavada,

un espacio de ambiciones negligentes,

presagio de cerdos primeros (y principales) y anchos,

el clima está en su interior

(y dar a luz, inmaculadamente, ejércitos):

ya estamos alrededor del Alzheimer,

como quien dice

……

……

lo que llena el tiempo

es la todavía-duración-de-las-abejas:

nuestras economías de amenaza,

hasta el final de la puerta

(hasta el final del planeta),

las tradiciones de genialidad

que terminarían por cambiar, para siempre,

la geografía política;

esto es, a efecto contrario, y traducción simultánea,

un jardín deseado y secreto

devenido en un tumor pálido flotando en la atmósfera:

el sistema puede hacer que la gente

termine fuera del concurso,

o simplemente desapareciendo del bodegón

……

……

el continente de después,

ese tierno salvajismo,

y, entonces, toda una catedral de propósitos posthumanos



T.S. Hidalgo. En:  Se agota el tiempo: rebelión poética por el clima. Ed. La Vorágine / Voces del Extremo. 2024

No hay comentarios:

Publicar un comentario