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lunes, 8 de julio de 2024

3 poemas de PENÍNSULA AMARTIA de ISRAEL ROJAS



 


La hoja de otoño que agrega

un signo a la forma del azar: 

No existe.

Parece no caer.

Su verbo no pesa.


No hay en su alud

un sustantivo para asirla de la cadera. 

Tempano aéreo, núbil sílaba 

sólo alcanzada por un relámpago

que libera el diamante de la pavesa.

Expectantes tres puntos:

Péñola la atarraya que atraviesa la lumbrera.

 


 

 

Amortaja, sí,

la risa ante el escombro porque la lengua de fuego sigue en la penumbra tu rastro.

No te muevas,

de ser posible cierra los ojos y 

estréchate contra el silencio hasta que en mineral molido

el nervio de tu epidermis se adormezca.

 

Amortaja, sí,

los motivos de la desesperación que te mueven a pensar en la fuga (que siempre es retorno)

anticipada por el único ojo del cazador de arañas.

No hables,

no pulses el hilo de sus redes

y guárdate de las confesiones de amor que exhiben en el muro azul

donde penden las orejas de los ejecutados.

 

Amortaja, sí,

el cuerpo de la segunda sombra en la evanescente melodía

que en los finos hilos se devana.

No abras los ojos,

de entre las cenizas que ha dejado el fuego una parvada de luz asciende

y desgarra la última risa


que desploma los hermosos monolitos de todas las eras.

 

Amortaja, sí,

tu ciudad deshabitada, tus esfinges y rascacielos, con la fina tela de polvo

que aniquila imperios, poemas y nombres.

 

 

 

Hamartia

 

Si me dejaras ser,

abriría la luz y pondría en tus manos

los ojos de las sombras para que te observes 

como te observan los arcanos:

pequeño y fugaz espectáculo del polvo.

 

 

 Israel Rojas. Península Hamartia

Editorial: El viaje y el camino. 2021

 

 

 

 

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