NARANJOS EN EL PARQUE
En el parque los naranjos
florecen a la sombra de los niños
Sus raíces echan flores en las fuentes
y el olor a azahar exprime el jugo de la vida
en los umbrales luminosos del verano
Corre la edad montada en bicicleta y los laureles
respiran la emoción del mes de mayo
umbrosos
frescos
sabios
melancólicos
La niña chupa con afán su piruleta
un rojo corazón de transparencia diamantina
y sueña con un reino de unicornios
con palacios donde viven sus abuelos muertos
donde suenan cada hora
las canciones preferidas de los magos
Dos jóvenes se besan en un banco
el vuelo de la vida en las palmeras
parece dibujar el porvenir en cada labio
las manos alfareras con las que inventar las horas
con las que esculpir el rostro en carne viva del deseo
y estallan los rosales como un mar enfurecido
aroma a primavera y caracolas
Bañada en el azul gobierna la araucaria
el divagar ventoso del recuerdo
No sé si lo que escribo
es una rama que se mece
del hoy hacia el ayer en el mañana
o es quizás savia profunda efervescente
llama de mí verbo inefable
verso imposible en la frontera de la luz
casa en que descansa la mirada
y sorbe brisa y voces y araucarias
En el parque los naranjos
los laureles
las fuentes claras donde fluye la memoria
leen mi vida en las marchitas hojas de mis ojos
pupila azul donde reposa el tiempo
FÉRTIL MEMORIA
Decir azul
para beber del tiempo la palabra
que me dice que me salva que te llama
La ciudad azul
la voz azul
la madre azul
Azul la flecha que traspasa la mirada
y deja en la garganta
el rastro de aquel cielo bañado en la bahía
Parece que fue ayer pero es mañana
Allí aprendí la lógica del mar
su norma
su castigo
su escritura
sobre el cuerpo bendecido de la tarde
Azul el corazón
que late en la memoria de mis manos
su sangre transparente como el sol de la palmera
cargada de alimento de sed y acantilado
Las aguas claras rompen su hermosura
a orillas de esta vida azul que extraigo
Ardientes yacimientos bajo un suelo
de lenguas automáticas y grises
Fluye a borbotones
géiser imperioso
azul cascada de temblor y espuma
Idioma que inunda
amor que empapa
palabra que comprehende
sudor respiración sin muro
azul exclamación
de un verso nuevo en los umbrales
del mundo hecho de mí
de ti que surges luminosa de las olas
que una vez llamamos vida
Decir azul
y descender a lo más alto
vivir en la región sin nombre
en el ocaso del viento
en el poema
memoria fértil de la palabra viva
TEMPORAL
Y sigue golpeando el mar
contra mis ojos su tiempo
Años
pulverizados
en la luz
rostros
encallados
en
el
faro
vidas que no fueron y que hinchadas
regresan boca arriba y atestiguan
el vívido pesar de lo perdido
Agua Sal
y y
vida tiempo
mirada que revolotea el cielo
y anuda su destino a mi memoria
YO
Las aguas que bebieron mis mañanas
la brisa fértil cultivando acantilados
los parque silenciosos
los pinos
las gaviotas
las chumberas
la lluvia de los lunes grises
los colegios grises
el amor cuando el amor es ola
Todo lo que el tiempo ha escrito en este cuerpo
no es más que otro relato legendario del fracaso
vida caminando por el mar
verso azul con que rimar la muerte
PATRIA
Nací en esa ciudad sin patria ni cariño
que algunos llaman soledad y otros distancia
Nunca entendí de banderas
ni le hice caso al profesor de geografía
con su mapa político de sueños
Mi mundo era una isla abandonada
rodeada por el mar y los alambres
Daba igual que fuera el norte no importaba si era el sur
era el reino despreciado por la historia
un castillo hecho pedazos
entre nidos de gaviotas
Mi patria eran las manos de mi madre
los ojos sanadores de mi padre
un parque unos patines una playa
Saberse lejos cura la ceguera
Ni España ni África ni Europa
El viento azul escribe sobre el mar
el único relato verdadero
un hogar
un amor
un cielo idéntico
al de todos los hombres de la Tierra
OLA HIRVIENDO EN LA MAÑANA
Me salvé de morir enredado entre las algas
cuando aprendí a olvidar
las voces abisales que mordían los tobillos
de mi cuerpo joven
Prendido me hice humo
ardido me hice nube
y lloví hasta volver a los océanos
Esta forma de vivir
que me ha dado el mar y el tiempo
carece del grillete de tu lógica
Salir de mí para encontrarme en mí
en esta casa azul
donde aprendí a decir mi nombre
cuarenta años después del primer llanto
Ni espero ni deseo que lo entiendas
mis manos ya no escuchan tus palabras
Soy como la ola hirviendo en la mañana
y hay tanto cielo
y tanto mar
y tanta maravilla en mi mirada
José María García Linares. La primera vez que dije "agua". Averso Ed. 2024
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