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sábado, 31 de agosto de 2024

DUDA

 



 

España debe de ser de los únicos lugares del mundo donde la gente agita una bandera para expresar que odia a la mayor parte del resto del país.

 

https://www.publico.es/tremending/2020/05/18

 

 

 

Sé qué bandera llevarme al partido de fútbol,

a los toros, a la manifestación de Vox,

a la visita del Papa, a la feria, al Rocío,

a la jura de la constitución de la princesa Leonor.

 

Sé qué bandera ponerme en la mascarilla, en el balcón,

y qué bandera ondear en Eurovisión.

 

¿Pero a la cola del hambre

qué bandera me llevo yo?




Antonio Orihuela. El fuego desde el otro lado. Ed. La tortuga búlgara, 2023

 

viernes, 30 de agosto de 2024

MICRO ABIERTO




a los quince años declaré la guerra sucia a la poesía

viajaba en moto y en cada verso derrapaba sin pudor

fue por aquellas cunetas donde empecé a romper poemas

a perder la inocencia y aprendí el noble arte de celebrar derrotas,

siempre lejos la ortodoxia, el canon

y la pleitesía al sacrosanto misterio de la inspiración

durante años coincidí y asistí a toda suerte de moribundos y letraheridos

a quienes escriben poesía para salvarse

a quienes lo hacen por sanar el alma o lavar la conciencia

a quienes se buscan y se pierden tratando de olvidar

a quienes se lanzan al vacío para encontrar su propio vacío

a quienes la usan en su contra cual arma arrojadiza

para redimirse

para redimir el mundo, para enamorar y enamorarse

a quienes la utilizan para celebrar la vida o despedirse de ella,

a las locas, los malditos, los ingenuos, las incomprendidas,

a las reinas de tacones y versos trepidantes

a quienes aman en silencio y a los aulladores,

a los impuros y las iluminadas

a las penitentes sin causa, a los rebeldes convencidos

a quienes nunca fueron minoría y han convertido la poesía en circo

en hospital de lírica delirante, almacenes donde siempre es primavera

y arden atestadas las hogueras de las vanidades,

donde todo vale y el futuro es inequivocamente predecible

y en este fin-del-mundo-de-la-poesía, como en el infierno de Dante,

yo encontré a los proscritos y a las vestales

a los agoreros, a los descamisados del verso,

a las perfo-folclóricas y feministas de quitaypon

a los revolucionarios de ida y vuelta

a los paniaguados y matriuscas de la experiencia

almas tristes de corazón risueño, gentes que no tenían poesía

ni hambre de poesía, solo vidas huecas en el eco hueco de las redes

gentes que se ahogaban en su propio desasosiego, adulteradas y heterónimas

al calor de los best sellers y las reseñas envenenadas,

los divinos de la retórica, los narcisos de orgasmo frente al espejo

".... mientras el mundo se derrumba,

y yo entrego la vida a la belleza ...."

patéticos de verso remilgado y lengua viperina

los mismos que sacrificarían la vida por un momento de gloria

cuando yo vivía en el infierno, en el 53 de la calle Ancha de Punta Umbría

contaba cada día los escalones al subir a casa, los 79 escalones, uno a uno

para saber cuan lejos quedaban el mundo y el amor

y para recordar siempre el camino de vuelta,

como decía Pasolini solo importa el amor,

el conocer, no el haber amado, no el haber conocido.

fumaba como un carretero, bebía como un cosaco y como el diablo

también yo mataba moscas con el rabo,

cuando nos falta el amor la poesía es una trampa mortal

y cada cual apresta la suya

hoy

la nave de los locos se ha vuelto a llenar de bárbaros travestidos

de intrusos mercenarios, de rastas de salón, youtubers del verso

poetas del tocomocho, trileros del slam y los laboratorios poéticos


impostores del yo-antes-más-y-mejor,

los médiums de Plath, Kerouac o Rimbaud

carniceros que lucen modelo según la causa

que disparan al aire versos sin arte ni oficio

que firman con copyright sus poemas

quienes ya no van a la deriva y solo persiguen una efímera y triste

fama de balcón

cajeras disfrazadas de poeta

camufladas tras la incoherencia del discurso,

el coma etílico o emocional de sus delirios

expertas en lavar complejos, teñir mentiras y sacar dobladillo a las metáforas

quienes sólo escucharon campanas

y han convertido ese imaginario en una tienda de chucherías

las maris del que-buena-eres-tía- que-poeta-llevabas-dentro-y-tú-sin-saberlo

quienes no leen, ni dejan leer con tanto ruido, con tanta pose y pasarela,

plagiadores y plagiados

amanuenses del rulo, onanistas de la rima, bukoswkis de en-verga-dura

los colaboradores necesarios

quienes convirtieron la casa común en una jaula de grillos

quienes llevan monederos bajo las alas

y se camuflan en el doble fondo de las miradas

quienes expiden carnets de poeta y han inventado mil veces la pólvora

las que dicen venir del fondo del armario que nunca pisaron,

enfermas y enfermeras del ego

los aduladores de traje gris, los críticos inmaculados, avinagrados

los profetas de pueblo y las sentencias a vuelapluma

los narcopoetas y los traficantes de utopías

no!

no se hizo la poesía para atravesar ninguna puerta, por grande que fuera

ningún verso esconde el Santo Grial, ni hay cima que coronar

a esta casa de la palabra se viene a leer desnudo, despacio, a entender

a comprender con humildad, el amor bajo el peso del mundo

esa poesía que trasciende a la Poesía, que lo es todo o no es nada

aquella que una vez se prueba te mata para siempre

veneno con el que habrás de vivir y también morir

la mirada más allá del verso

la poesía como gesto, como acto, dentro, siempre dentro

la que no eres y nunca serás.



Uberto Stabile. En: Voces del Extremo, poesía y resonancia. Ed. La Tortuga Búlgara, 2024.

jueves, 29 de agosto de 2024

LAS FRONTERAS

 

 



 

/ Transitar la frontera es la geometría puntual de los dioses /

/ Purgatorio excepcional que vigila tu puerta de acceso y tu retrato en regla /

/ Cooperación misteriosa en el umbral antes de cruzar al otro lado en un tráfico de esperas /

/ Siguiendo los códigos de circulación para tramitar tu permiso o tu expulsión /

/ Contorno de separación en la que portas los límites contigo mismo /

 

 / Se te chequean las intenciones y las equivocaciones /

/ Permitidas todas ellas a base de: costear, costear, costear /

 

/ Y hay que esperar un poco más si no se es preferente /

/ Esperar de pie / esperar sentado / esperar el turno /

 

/ ¿Y si hay exceso de pecados en mi equipaje? /

/ ¿Y si se requiere interrogarme por seguridad? /

/ ¿Y qué es este burbujeo de mi estomago? /

 

/ Podría darle un empujón a esta persona y pasar corriendo, pero mejor no /

/ Mejor me hundiré a mí mismo en mis propias prendas o lo que se requiera /

 

/ Pero que no me pite el detector de metales /

/ Toque lo que crea necesario, señor / no llevo nada /

 

/ Godmorning, zdravo, 你好, Witam, bonjour, Have a nice day/

/ Que pase usted un buen día /

 

/ Y avanzamos en firme rebaño de ojos muertos /

/ Con la bruma de los pensares y los sentires /

 

/ ¿Por qué sonríen tanto estos carceleros? /

/ ¿Hay acaso felicidad en estos baños con agua podrida? /

 / ¿La harán mala a propósito para que no te la bebas? /

/ ¿Y por qué tanta botella o líquido confiscado? /

/ ¿Y para qué tanto camino serpenteante? /

/ Esta puta cola no avanza, pero sí el tiempo /

/ Atado solo a este mundo a través de los objetos /

/ Cinco veces más caros / cada vez más caros /

/ Por los que solo tributamos nosotros /

/ Siento que mi hambre y mi asco están envasados /

 

/ Revisiono mi itinerario en una laguna /

/ Y no me confío /

/ Todavía pueden descubrir mis secretos /

/ Mi tarifa no los incluía /

 

/ Y sopla el viento en otro trámite /

/ Ruge el chorro a presión contra los vehículos / 

/ Se induce a la furia de los esclavos /

 

/ Es el principio del fin, el fin del principio /

/ Esto solo acaba de empezar /

/ Nos queda toda la eternidad /

/ Entre un número y otro los decimales son infinitos /

/ Y al llegar, si llegamos, todo seguirá igual, aquí no ha pasado nada /

/ Estaremos en el otro mundo, en el nuevo mundo /

/ Que todos partimos y llegamos /

/ A algunos nos recogen, pero otros solos venimos y solos nos vamos /

/ No importa, no le importo a nadie /

 

/ Nos apretujamos y huele a perfume y vinagre dentro de la lata /

/ Convivo con almas condenadas a desexistir conmigo /

/ A mí ellos sí que me importan /

/ Porque lo que les pase a ellos también me pasará a mí /

/ Pero también por la extraña afinidad que proporciona el paréntesis espacial /

 

/ Juraría que huele a combustible /

/ Y hay turbulencias en una nube de olas /

/ Pero se nos aparecen los ángeles como en un sueño /

/ Nos guían, nos aconsejan, enviados por los dioses /

/ Idílicos y elegantes / serios y sonrientes / eróticos en medio de la muerte /

/ Propios del renacer más clásico /

 

/ Pero todo ha sido una alucinación /

/ Seguimos siendo nadie dentro de las inclemencias de una tormenta /

 

/ Me da por pensar en haber intentado colar un cuchillo de plástico e intentar inmolarme /

/ Porque ya nada me importa y no he comido y no he dormido y a nadie le importo /

 

/ Pero tampoco me inmolo y sigue el traqueteo del infierno en la tierra /

/ No hay poesía alguna bajo esta presión /

 

/ Lo bueno de si te caes en la frontera es que te estrellas en cualquier sitio /

/ Lo malo de si te hundes en la frontera es que desapareces en ningún lugar /

 

 


Rafa Segura. En: Voces del Extremo, poesía y resonancia. Ed. La Tortuga Búlgara, 2024.

miércoles, 28 de agosto de 2024

10 poemas de CORPO PRESENTE / COITADO DO JORGE de Albino Matos



 

PRAGA-I



Oxalá tropeces na lembrança
E caias 
E te firas
E te doa
Muito

 

 

 

SE




Ah! se tu soubesses
o que eu não te digo…

 

 

 

ÚLTIMO





Cada verso pode ser o último
E tem que ser belo…

 

 

 

QUESTÃO 



Como devo escrever?
A lápis, para poder apagar?

 

 

 

PROGRAMA-I



Quanto menos eu te pedir
menos tu me negarás…

 

 

 

RECAPITULAÇÃO 





Amor é lindo
visto de cima.
(De baixo também)

 

 

 

ENCONTROS 



Não me gastas, amor?
É o fruto que me tomas
ou também a substância?

#


Traz-se ainda um pouco do céu
quando se pousa na terra.

#


Não grites.
Ama só.
(Está bem. Grita.)

 

 

 

CONSELHO 




Poupa-te
Pouco dura
quem muito arde

 

 

 

CORPO CELESTE 




Podias ser um planeta,
já que habito em ti.
Ou estrela, visto que brilhas
e tens luz própria.
Mas estás de passagem,
como os cometas.

 

 

 

BILDUNGSROMAN

 

 

 

Os vivos estão mortos, os mortos estão vivos...

No meu mundo é assim.

E eu estou quase a nascer...




***

 

Albino Matos. Corpo presente / Coitado do Jorge. Editora Urutau, 2020

martes, 27 de agosto de 2024

9 poemas de CORPO PRESENTE / COITADO DO JORGE de Albino Matos


 



UM ADEUS PORTUGUÊS- N.º 15


1.
Esquece, esquece, melhor esquecer.
Tu não estás bem, quer-me parecer.
Não estás bem, emocionalmente, nem estás bem, intelectualmente...

2.
Emocionalmente, porque estás instável, ora à frente ora atrás, à esq. hoje amanhã à dir., ontem sim hoje não.
Ziguezagueante, incerta, duvidosa, in-fiável.
Será pelo teu divórcio? Não percebi bem qd foi, nem como foi, litigioso ou não...
Foi horrível, sim, pelo pior motivo. Pode perdoar-se tudo, não o cinismo materialista, a cegueira do património, do vil metal...
Mas, foste enganada? Eu acho, brutamente, que foste burra.
Burra na escolha ('foste tu que o escolheste', dizia a minha sogra...) e burra porque não viste o que tinhas de ter visto (não me venhas dizer, como pretendes, que aquela marca não era originária, que a ganância veio com a idade)...

3.
Mas, intelectualmente, parece-me evidente, também não estás nada bem.
Não é só a tua acrimónia e desconforto visível com qq discurso mesmo que básico, desde que minimamente estruturado, logo repelido e rejeitado como intelectual, complexo, pretencioso.
É também, é principalmente, a tua manifesta incapacidade para compreender as mensagens mais simples e elementares, também elas postergadas por desconfiança, por receio, por dúvida ('mas o que quer este dizer', 'onde quer chegar', 'qual é a intenção'?...).
Caso de antologia foi o de eu enviar três mensagens sucessivas (cada uma delas clarinha como quê!...) e tu não entenderes patavina, ou seja, entenderes o contrário do que eu te dizia, mesmo a segunda e à terceira correcção.
A ponto, posso jurar, de que nenhum diálogo chegou ao fim, ficou sempre pelo caminho, no caldeirão da incompreensão e do mal-entendido.

4.
Santo deus, tudo isto é novo para mim (mas não devia...).
Afinal, eu estava enganado contigo, não agora, mas há uns anos!
Como foi possível?
Mas, se eu me enganei com a Ana, a Lena, a Lu, a Julieta, e antes de todas com a Estrela (tenho desculpa, com esta, tinha dez anos...), porque não me havia de enganar com a Arnestina, contigo? 
Nem me apetece dizer mais nada, com franqueza.
E não digo.
Mesmo não tendo falado do 'défice cognitivo' (deixo o termo, apenas, pode ser que melhores e entendas, um dia).
Fico por aqui.
E fico muito bem.

 

 

 

 

 

PARADOXO ONTOLÓGICO



As avós acham-me o máximo (está bem, médio...).
As netas nem para mim olham.
As filhas?

- Estão muito ocupadas...

 

 

 

BOM DIA



Bom dia, coração!

Só bom dia.

Da noite, falamos depois...

 

 

 

ALMA GÉMEA




Busco alma gémea...
Mas corpo jovem


(dizia o anúncio do sexagenário)

 

 

 

 

A INFIEL JARDINEIRA-II




Shit, ela enganava-me...
Até com o marido!

 

 



A INFIEL JARDINEIRA-IV




Adoro ser enganado.
Sobretudo quando sei que estou a ser enganado…
A partir daí, é divertido quando ela não sabe que eu sei.
E é melhor ainda quando ela sabe que eu sei.
(Mas disfarça, como eu, que sei que ela sabe que eu sei…).

 

 

 

A INFIEL JARDINEIRA-V




Ela tratava os cães como pessoas…
Claro, as pessoas tratava-as como cães.

 

 

 

CONVITE

 

SMS-1
Não quer dar uma volta pelos arredores?
Não é sexo…


SMS-2
... Em princípio.

 

 

 

 

ESTE CORPO




Este corpo, que já foi meu aliado, 
começa a ser o meu inimigo.

 

 

 Albino Matos. Corpo presente / Coitado do Jorge. Editora Urutau, 2020

lunes, 26 de agosto de 2024

VOCES. ÚNICO HUESO IMPOSIBLE DE QUEMAR de Rafael Falcón Lahera y Ágata Navalón (fragmento III)


 



voz una.

Hablar con alguien respetando los códigos aprendidos.

Hay tres personas, todos son dioses y a la vez son uno.

En una distancia, que no es media, existe una deidad casi desaparecida,

un pronombre personal tónico. Su plural es ustedes.

Ustedes aburridos.

Ustedes en la casa.

Ustedes con careta.

Ustedes hartos de comer.

Ustedes y los conocidos.

 

No hay mucha luz y huele a escuela Montessori,

es por los juegos de azar y las fichas con sus dibujos

e indicadores de coloración,

las hebras de lana se separan con las manos temblorosas.

Es un poco sentirse niño, es un poco sentirse hombre.

Los estudiantes en prácticas lloran con párpados, ,porque lloran por fuera. 

Les cae por la piel las lágrimas y se le emborrona la vista.

Aún así, ciegos, sonríen y lloran.

Lloran.

Es por las horas perdidas en la escuela,

quisieran haber encontrado este aula antes de los recreos en gallineros 

sin escaleras,

sin abuelos, recitadores de romances, echando maíz

sin geranios o portadas de madera gigantes por las que colocar a los indios,

sin vecinos de domingo con los que inventar vidas cortas

de tres horas o de cuatro, entre golosinas y zumo de naranja,

entre poemas de viejos nunca inventados, siempre creándose

en cada boca,

en cada boda,

en cada nueva bola rodante,

en cada cama,

en la noche sin pantallas

antes del sueño,

un romance comenzado con 

ustedes:

Ustedes,  que no lo saben.

Ustedes, que no se aburran.

Ustedes, que hartos de cena, escuchen.

Ustedes, conocidos y familiares.

Esta, ustedes, escuchen

esta, mi historia.

Una historia.



 

voz dos.

Caja de voces.

Interior.

Tres personas.

Uno dice azul. 

Otro tira un dado.

Otro observa una nube con forma de seta a través del ventanal y se imagina en el centro, al abrigo.

Aunque querría decir muerte

(uno).

A veces un ladrido de perro

(otro).

A veces ninguna respuesta

(otro).

Escríbelo, azul, necesito saber qué significa.

Tira el dado y dice 'mueve'.

Lloverá toda la semana.

 

Los pronombres tónicos 

y sus plurales 

se pliegan en el interior 

de la caja de voces: 

forman parte del código-aire.

La respiración solo es pensable

en el interior del código, 

como el correteo de los dados 

sobre la madera, 

como la nube, 

como el ladrido de perro. 

No hay afuera,

todo es código 

y la caja lo contiene. 

Contenedor potencial de todos, 

la caja también contiene a los que no están. 

 

Los dados siguen rodando sobre la madera, pero la suerte está echada.

Dios, lo sabemos, no juega a los dados. 

Bajo nuestros pies de náufragos se despereza el monstruo y el azul es ya un grito. 

Alguien, uno, dice azul.

 

Los nombres dicen solo en el interior del código.

 

Alguien, digo, debería gritar.

Quién dice 'alguien debería gritar'.

Decirlo es situarse en la frontera,

en un dentro-fuera de la caja 

que permita el desplazamiento. 

Un grito no es un nombre. 

 

Había un perro y alguien, 

otro,  olvidó su nombre. 

 

La caja apenas quedó arañada.



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

y nadie existe en soledad

séptimo diálogo

 

 

 

 

“De un día a otro esto fue una bomba que no nos esperábamos. Llevábamos 13 años trabajando y nos cambió la dinámica de trabajo y nuestra vida laboral. Entró “el bicho “ para ellos y para nosotras. La mayoría de la gente se contagió y la mayoría se tuvo que dar de baja. Yo me contagié, aunque seguí trabajando porque no lo supe, me encontré mal pero pensaba  que era agotamiento, no el Covid. Nos quedamos sin personal y la poca gente que estábamos, trabajábamos sin descanso. …Cada día, en el camino de mi casa aquí, venía pensando, ‘¡madre mía!¡a quién le tocará hoy!’... Soy fuerte pero en aquellos momentos creí que nos íbamos a morir todos. Mis hijas me decían, ‘¡déjalo!’, y yo les contestaba, ‘¡no puedo abandonarlos!’. Las habitaciones había que limpiarlas mucho más, de arriba a abajo. Entrábamos en las habitaciones, a todas, incluida a la zona de positivos, pasabas sabiendo que estaba contagiada la persona que dormía allí y recuerdo que me decían, ‘¡cógeme la mano, cógeme la mano!’, y no podía negárselo. Me decían, ‘¡acércate, dame un abrazo, tócame!’, y sabías que estaba contagiada y que darle la mano era una contradicción, era casi ir en contra de tu vida y la de los tuyos, mi hija y sus bebés en mi casa. Pero tenía que darles la mano, porque me decía, ‘podría ser mi madre o mi abuelo’, y lo hacía aún sabiendo que estaba tocando a la muerte.”

 

 

 

voz una

 

Echarse un rato sobre las palabras que se reconocen en femenino plural 

Ella es ellas y el dolor de rezar porque un artilugio saliera 

de las  mañanas de cinta magnética, sobre las que se grababa ,

la colonización alienante del lavado de las sábanas.

Era la extensión oxidante sobre la muerte,

un modo de batalla.

 

Los ojos fuertemente llorando entre las gafas protectoras y la armadura.

Y Dios mientras  arriba retorciéndose ante las plegarias 

como  amante  opaco  al que no mira la luz.

 









 

 

voz dos.

 

A este lugar que era un jardín de amigos

y ahora es una colmena en destrucción 

a este lugar que se habitaba 

desde el rito y la sonrisa 

desde el tacto y la palabra 

desde la mirada y la memoria 

a este lugar vino a instalarse 

el miedo para asfixiar a todos.

la imaginación quedó mutilada y

se fueron perdiendo los futuros recuerdos.

¿quién, que no fuera mujer, sería 

capaz, en este tiempo detenido, 

de ser un cuerpo que se mueve 

bajo el mandato de un nosotros?

es una danza de mujer este retorcerse 

en el infierno, este cuerpo siendo cuerpo, 

que no deja de hacer, hacer, hacer. 

no conoce el discurso que 

encierra su vientre, pero 

sabe que es ahí, en el más profundo centro

de donde emana este plural 

que abraza. allí donde la palabra no alcanza,

puede su pura animalidad, pueden sus tripas, 

puede este vientre de mujer que se abre en canal 

como gritando '¡acaba ya si quieres, acaba, acaba!' 

¿cómo no abandonar la danza, 

cómo resistir este dolor, este dolor, 

cómo silenciar esta voz que dice dentro 

'¡para, huye, vete, vive!', 

que dice 'tú, tú, tú', 

que dice 'esta mañana no va a estar y no estar', 

cómo no renunciar a este baile 

para salvarse si todos caen, 

si todos lo harán poco a poco, 

si todos caen sin saber lo que pasa? 

pero no se detiene este cuerpo de mujer, 

no interrumpe su rebelión este cuerpo 

que sabe ser cuerpo, para que este lugar 

pueda seguir habitándose desde el plural, 

desde la danza del nosotros. 

 

 

 ***

 

 

 

 

 

lo que puede un silencio

diálogo octavo 

 


 

 

 

“La primera ola nos afectó y fue traumático. Aún a día de hoy acusamos los efectos, una suerte de stress postraumático, en el que yo me incluyo, porque, por ejemplo, al no poder pasar los familiares a la residencia, el apoyo psicosocial que se prestaba en casos de duelo fue todo telefónico, con situaciones de un elevado grado de angustia, sobre todo cuando se produjeron las muertes. Las semanas finales de marzo y las primeras de abril, las vivimos con mucha angustia….Ningún beneficiario del centro de día se contagió, pero a la residencia sí entró el virus.  Nosotros, que trabajábamos aquí, pero volvíamos a casa, convivíamos con el miedo de llevarnos el virus a casa o de traerlo de fuera a dentro. Se convirtió en algo obsesivo-compulsivo. Y llegó la etapa en la que se nos morían y experimentamos esos duelos extraños, porque se iban a la zona del SED (habilitada durante el confinamiento para los positivos) y no los volvíamos a ver. ..Se sintió miedo ...Teníamos un residente que falleció, sin familia, que estaba tutelado por la Fundación Madre. Era una persona muy querida en el pueblo, por los residentes, por nosotros, y … fui yo la que fue a su entierro. Eso es muy triste. Y duele mucho… Yo me emociono. No sé si le conoceréis, Casimiro. En el pueblo era super conocido. Vino de la Vereda, vivió en la calle, sufrió maltrato… Y, justamente, ahora que tenía una vida digna ,que era cuando más feliz estaba, que era aún joven… fue duro, bastante duro…”

 

Casimiro es una de esas personas que han sabido poner en valor  la capacidad de acogida y tolerancia del pueblo de Argamasilla de Alba. Era un hombre que venía del sufrimiento, se reían de él , le tiraban piedras, incluso sufrió el abandono de su propia familia. Sin embargo, al llegar a Argamasilla, se encontró con un pueblo que sabía ser paciente, que supo  escucharle, que sabía mostrarle su afecto, muchas veces con el euro para tomarse un café o una bebida. Era Casimiro un niño grande que buscaba la aprobación. Nos preguntaba, ¿a que soy bueno?, buscando el cariño, el afecto, y se enfadaba profundamente cuando alguien se burlaba de él o le buscaba las cosquillas. Era un hombre también preocupado por su propia muerte. Me decía, ‘don Ángel, ¿a que el día que me muera  me va a enterrar?, ¿no me dejará ahí, verdad?’; yo le respondía, ‘Casimiro ¿cómo te vamos a dejar en la plaza?, por supuesto que te enterraremos como a todo el mundo y le pediremos a Dios que te tenga allí, en el cielo, junto a los ángeles. 

 

 

voz una

Hay un recuerdo impreciso vinculante a una localización no ubicada en el teléfono

del bolsillo,

molesto como una uña partida que no crece

en su sitio,

es un juego de bingo con hilos de telares de fábricas de art decó

en calles

no orientadas al sureste con árboles de hojas perennes

macho, platanera,

la hoja no caída acusó la ausencia del hombre que ya no dormía

en su cama,

se arrastró delatando que la respiración no manchaba el espejo

del tocador,

único objeto traído de la vereda que había en el fondo del cráter

lesionado,

Él, que sobrevivió al cajón de la abertura antes de la lava, mas no a

lo no nombrado,

porque no le tocaba, les tocaba.

Ese tacto no apuntado

tacto duro. Empujabas con los dedos y no cedía.

Clavabas las manos frente a la dureza y estaban los callos impávidos.

 

Decidieron saltar,

saltaba, saltaban por los tejados, creía, creían que es-ca-pa-ba-an, 

cuerpos en fuga entre el mármol gris y la luz en vertical hasta el suelo, luego quedaron allí sellados,

con la masilla,

impermeable a los llantos de un único asistente.

 

Ella

 

llorando

 

aún

 

llorando

 

ahora

 

llorando

 

mañana

 

llorando.

 

No fui yo a su entierro.

No pude ir a ningún entierro.

No pudimos ir a esos entierros sin duelo donde la muerte paría.

 





 

 

voz dos

 

Nana del niño grande

 

Si esto fuera una nana,

y todos pudiéramos cantarla,

y entonces lo hiciéramos… 

Si esto fuera una nana.

La nana de Casimiro. 

Y la cantáramos, 

y todos supiéramos cantarla.

¡Ay! Si esto fuera una nana.

 

El niño grande 

nos ofreció su risa 

y no supimos guardarla. 

El niño grande. 

Una y otra vez,

una y otra vez, 

y no supimos…

pero ella estaba allí, 

para cuidarla.

 

¡Ay! Si esto fuera una nana.

Y todos supiéramos cantarla. 

 

El niño grande desnudo 

y con heridas 

y no supimos curarlas. 

El niño grande 

una y otra vez, 

una y otra vez, 

y no supimos… 

pero ella estaba allí 

para aliviarlas. 

 

¡Ay! Si esto fuera una nana.

Y todos supiéramos cantarla.

 

El niño grande 

nos ofreció su vida 

y no supimos abrazarla. 

El niño grande 

una y otra vez, 

una y otra vez, 

y no supimos… 

pero ella estaba allí 

para contarla.

 

¡Ay! Si esto fuera una nana.

Y todos supiéramos cantarla.

 

Andaba por los tejados 

el niño grande 

y no entendimos su magia.

El niño grande 

una y otra vez,

una y otra vez,

y no entendimos…

pero ella estaba allí

para amarla.

 

La nana del niño grande

que no era de nadie

y a todos huérfano nos dejaba.




 

 

 

 

 

  

 

 

deseo de ser piel roja

diálogo noveno

 

 

 

 

 

 


 

 

 

«Si uno pudiera ser un piel roja siempre alerta, cabalgando sobre un caballo veloz, a través del viento, constantemente sacudido por la tierra estremecida hasta arrojar las espuelas, porque no hacen faltas espuelas, hasta arrojar las riendas porque no hacen falta riendas, y apenas viera ante sí que el campo era una pradera rasa, habrían desaparecido las crines y la cabeza del caballo.»

F. KAFKA


 

 

 

 

 

 

“claro el pueblo tiene que seguir funcionando, la gente tiene que tener agua, alumbrado, saneamiento, limpiezas…y teníamos un este añadido que era desinfectar el pueblo …yo era  de los que decía si tienen que pasar tiene que pasar y alguien tenía que estar y así nos quedamos el fontanero y yo…(..) miedo no, respeto ,me acuerdo que un día me llamo el de la funeraria porque me decían que no daban abasto a enterrar a la gente y me fui un día con ellos ayudarles…era una sensación de desesperación , no sé, era un poco raro … me sentía “priviliegao” porque yo podía moverme ( ..) yo también soy muy deportista, me gusta correr,

y claro lo que hacía por las mañanas, me venía aquí a trabajar  y me iba al campo de fútbol y me pegaba dos horas corriendo, y mientras no me llamaban…y me sentía “privilegiao por eso”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

voz una

 

A mí también me tocó un pueblo girando,  muerto  en torno a sí mismo,

y  ser   suelo y el silencio al correr, dibujando círculos.

Uno,

dos ,

tres , cinco.

Y no, no tener miedo.

 

Salvarse del tacto, no tocar y entonces regresar y correr,

correr otro círculo.

 

Removerse  el instinto del deseo contenido.

Un control, otro círculo.

Querer.

Desear tocar y  llorar bajo la lluvia de un cura llorando, esperando ,

y un enterrador llorando,

y una mujer llorando,

y un hombre sin maquillar muertos también llorando,

y a lo lejos quizás alguien amando dibujando surcos en paredes en la noche.

Correr otro círculo.

 

Andar entre estrechamientos pulmonares que  ahogan cualquier finalidad adaptativa

-Dime qué quieres que compre,

dime qué quieres  que diga,

dime mujer, qué quieres que te haga

que haga-

Solo soy

un hombre,

atomizando una vida, la tuya, la mía, esta,

dividiendo en partes muy pequeñas el miedo,

estoy extinguiendo el miedo,

lo tapo y ensucio los cristales con el líquido que supura.

 

-No cojas el paño para secar esa superficie

segregando muertos con etiquetas y lluvia,

escurriendo tristeza  sobre la madera,

construyendo acero.

 Y  un sacerdote sin expresarlo.

No se expresaba ¿entiendes? eso, el miedo.

Quiero verlo.

Mirarlo y rezar a algo,

a alguien.

Mirarte, entonces, y creer

a pesar,

tocar tu cuerpo de espalda inmenso frente.

En -fren-te -rostro.

De-lado-columna.

Tem-blan-do-el encaje y mis dedos.

Es-pe-ran-do-el fruncir de los noticiarios.

Ne-gan-do-lo que veíamos.

-No, no espero que me digas nada.

-No , no espero que me digas gracias.

-No, no espero que reconozcas que yo estaba, antes, ¿Lo entiendes? Antes, en silencio, sin fraccionar , estaba, hubo alguna palabra, las dijiste, sí estaba, sí, eso dijiste, una vez, una.

Estaba antes que ellos cortaran las calles y te parecieran hermosos.

Una  vez me dijiste que es cierto que yo estaba antes y corría en círculos y estaba.

Quedarse,

quedarse,

quedarse , esperar una palabra. la tuya, la de los otros.

No, no hubo

pero oler la piel aún.

Tu piel.

Aún.

Sí, desear ,

aún,

a pesar,

Ser,

aún,

un hombre.

 

 

 

 

 

voz dos

 

Viven todos el sueño de algunos en sus casas de muñecas

pero hay quien sabe atarse al mástil para no sucumbir a las sirenas.

No seré yo quien pronuncie la palabra muerte,

pudiera decir el cuerpo de este animal que corre,

odiseo enmascarado, si no fuera el cuerpo

de un animal voluntariamente despalabrado.

Estando como estamos atravesados por el otro,

uno esperaría su presencia en forma de palabra,

pero quién se atrevería entonces a decir

‘cura, sana, culito de rana’.

Un hombre corre y no lo hace como rezo o plegaria,

sino como brindis a la espera de nada:

mitad huida, mitad caza, corre y equilibra el drama.

A veces la nada crece alimentada de palabras

y los arqueros malgastaron todas sus flechas.

A veces los poetas pueden no ser suficiente

y hay que volar solo para salvar a la bandada.

Los animales siempre supieron antes de las

sombras que se acercan.

Un hombre corre para no olvidar que se puede nacer aquí y ahora,

para no olvidar que puede despegar los pies del suelo

y reír, resistir,

que conviene no perder del todo la memoria del mañana.

Una vuelta, luego otra, expone su cuerpo a la anomalía,

lo que tenga que suceder que suceda. la piel responde

tensándose a los cuerpos de luz, fotones impactando

en el cuerpo vivo de un animal que corre, es la luz

en la membrana, es la piel que limita, puente

entre lo vivo y lo inerte haciéndose movimiento.

Solo en la fronterizo la vida emerge vida.

Correr, correr, correr.

Ser aún un hombre.

 

 

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 Voces. "Único hueso imposible de quemar" dentro de la Colección Literaria Ojo de Pez escrito por Rafael Falcón Lahera y Ágata Navalón y prologado por Antonio Méndez Rubio acaba de salir.


Voces es un libro con muchas voces dentro y que puede ser leído o escuchado a través de su QR o en iVoox.En Ivoox está completo entrevistas y poemas en su canal que tiene el mismo título que el libro."Voces.Único hueso imposible de quemar"
Se puede leer a través del diálogo de sus voces o puedes elegir a la voz una a la dos ...la voz una es Ágata Navalón, la voz dos es Rafael Falcón

Se escribió durante dos años tras decenas de entrevistas realizadas a los supervivientes de una pandemia.

La fotografía de la portada es del fotógrafo Jesús Gabaldón.

El libro solo se puede adquirir de momento en Agapea.

En iVoox se puede escuchar al completo exceptuando el prólogo.