Tus deseos son órdenes
“Que le den café, mucho café”
y Lorca cayó asesinado.
“Saluden a papá”
y el Che cayó asesinado.
— ¿Cómo le destrozamos la voz?
Preguntó el soldado.
Y el sargento respondió:
— con la muerte.
Y Víctor Jara cayó asesinado.
Hay frases que implícitamente
están salpicadas de sangre.
Otras, como
“Grándola Vila morena”
en cambio, llevan consigo
un eco que liberta.
Eladio Méndez
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