Cuando pierdas de vista el prodigio,
la hermosura, los afectos, la risa,
el eco de mi voz en tu silencio,
la agonía de mis frases perfectas.
Cuando amagues pese a todo con amar
mis frágiles escombros indefensos,
mi falta de mesura, mis traiciones,
y la razón desprecie tu entusiasmo.
Cuando las leyes de mi cuerpo ignores
y ocultes mis descuidos y me injuries
y desveles el enigma, entonces
(sólo entonces)
se alzará ante ti, implacable, torpe, fiel
y sin consuelo mi desastre, verás
la sólida inmundicia que te ama.
Daniel Casado. El creador ante el espejo. Ed. De la luna libros, 2012.
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