dice el eslogan que ondea en la bandera del capitalismo,
pero como no se puede hacer crecer lo imposible
habrá que decrecer,
salir de lo económico.
Tendremos que olvidarnos de que todo gesto, acción o trabajo
se sirve como único propósito de obtener una ganancia.
Tendremos que empezar a convivir no con las mercancías
sino con las personas.
Si queremos sobrevivir,
tendremos que hacernos comunistas,
sin esperar órdenes
ni planes de lo alto.
Tendremos que dejar de hacernos clase media.
Tendremos que abdicar de reyes
en las repúblicas independientes de nuestras casas.
Si queremos salir de este infierno,
tendremos que hacernos comunistas.
Antonio Orihuela. Todo el mundo está en otro lugar. Ed. Baile del Sol, 2011
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