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martes, 3 de junio de 2014

CUANDO EL CONTROLADOR



Cuando el controlador aéreo mete el avión en su pasillo
y cruza gentes a once mil metros,
cuando el farmacéutico calcula la dosis
y el cirujano corta por lo sano,
son escrutados por jueces y policías,
por compañías de seguros,
por el código penal y la culpa,
y conexiones neuronales escolásticas
enlazan la causa y el efecto.

Se vigila no ya el dolo,
sino la mera negligencia, la impericia,
e incluso, quizás también, la mala suerte.

Sin embargo,
cuando la ministra de sanidad firma un decreto
que trae muerte a los más pobres
y que deja pudrir la gangrena en cuerpos extranjeros,
cuando otro ministro, engolado y soberbio,
decreta desahucios y suicidios,
cuando nos meten en una guerra por decreto
cuando recortan en la seguridad de los tranvías y los trenes,
que acaban saliéndose de madre

nada sucede, nadie vigila,
se va de vacaciones la escolástica.
Parece que los cadáveres estuvieron siempre allí,
que son muertes sin causa.


Bernardo Santos. inédito

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