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martes, 8 de septiembre de 2015

RIQUEZA, FORTUNA Y PODER



Era ilusoria la idea de que la existencia de graves riesgos ecológicos determinaría necesariamente cambios en las conductas mayoritarias. Las grandes amenazas ecológicas (el cambio climático, la disrupción hormonal, la dispersión de organismos genéticamente modificados, etc.), están provocadas por poderosos intereses económicos, y para ellos la forma más provechosa de gestionarlas es ocultarlas utilizando los medios de comunicación de masas, especialmente si se cuenta con la colaboración de los gobiernos. Así se ha hecho. El deterioro ecológico local, siempre más visible, va siendo asimilado por el cuerpo social como un ‘coste del progreso’. Se forma así un bucle de adaptación cultural que se retroalimenta mediáticamente y se legitima con el consumo, obteniendo la aquiescencia mayoritaria. La Naturaleza se va desvalorizando como objeto de interés social, mientras la atención mayoritaria se centra en otro tipo de objetos o de mitos sociales. Viviendo de espaldas a la Naturaleza, lo que le ocurra a ésta no es preocupante. (…) El deterioro ambiental global y local es ahora galopante, y sólo se puede combatir con mucha propaganda. Puesto que el impacto ambiental es una construcción social, se puede combatir corrigiendo el problema que lo causa, o bien modificando la percepción social del mismo…

Antonio Estevan, Riqueza, fortuna y poder, Eds. del Genal, Málaga 2007. 


Citado por Jorge Riechmann en su libro: Autoconstrucción. La transformación cultural que necesitamos. Libros de la catarata. 2015

1 comentario:

  1. "Así pues el capitalismo triunfante y sin apenas oposición puede finalmente mostrar su verdadero rostro, su más intrínseca esencia que es la de mantener a la sociedad humana en estado permanente de crisis y depresión hasta acabar con ella."

    http://crisiscapitalista.blogspot.com.es/2015/09/recesion-economica-o-depresion.html

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