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viernes, 15 de enero de 2016

UNA VEZ




         Una vez me ayudó un desconocido, un taxista en Japón, para no perder mi vuelo de regreso. Yo tenía 20 años, era estudiante, perdí el último autobús al aeropuerto y no podía pagar un taxi, mucho menos otro boleto de avión, y él me dijo que me llevaba gratis (unos 300 dólares, nadie se va en taxi en Japón al aeropuerto, todo el mundo va en autobús) dijo que si su hija o hijo estuvieran en el extranjero a él le gustaría pensar que alguien de igual forma los ayudaría. Siempre que lo recuerdo me conmueve, y le doy gracias a él y a Japón.


        Cristina Rascón. En:  Un minuto de ternura. Selección y edición de Uberto Stabile. Ed. Baile del Sol. 2015

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