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jueves, 18 de agosto de 2016

3 poemas de MUROS MARCADOS CON TIZA de FELIPE ZAPICO




Menú de la casa

En el mismo momento en que aprendimos
a pronunciar retrogusto
los retrógrados comenzaron a afilarse las manos.
Cuando dijimos maridaje
los colmillos brillaron en sus bocas.
Mientras sabíamos de cava, champán, añadas y destellos
nos clavaban poco a poco la deuda soberana.
Al final
cuando los gin tonic`s
se hicieron con pepino y fresas y agua tónica del subcontinente
puse mis barbas a remojar
e intenté escabullirme
sin que me rozase
ninguno de esos güisquis ahumados de 32 años.
Y es que nos creímos como ellos
pero no somos tan hijos de puta
y eso al final
es lo único que cuenta.




Fallo del sistema, no, no somos demócratas.

Desde la noche de los tiempos
han muerto
los rebeldes
a manos de los poderosos,
si miro atrás
 veo
que mientras el campo andaluz
se declaraba en insurrección
algunos ya preparaban
sus actas de diputados
eso sí,
de la izquierda.
Cuando los votos no les bastaban
se metían
en revoluciones
de las que desertaban al primer tiro
y
los anarquistas al garrote
a
la mazmorra
a la desaparición.
Y otra vez elecciones y otra
y una vez más
y
la culpa era de los anarquistas
por no creer en ese sistema
por querer un mundo mejor
la culpa era de los anarquistas
y
por eso
les mataban
por la calles de Barcelona
se les aplicaba la ley de fugas
se
les
fusilaba sin piedad.
Y en el 36 no se hizo
campaña por la abstención
pensando en los presos
doblando la cerviz posibilista una vez más
y ganó la república
y perdió el pueblo.
 Y los anarquistas volvieron a ser perseguidos
mientras los diputados
eran eso,
diputados.
Y en la sublevación
con Barcelona en manos
del proletariado anarquista
es
entregado el poder
a quien no lo merecía
y
por la guerra
vimos ministros anarquistas
pero qué malos estos anarquistas
y
las columnas anarquistas se diluyeron en el ejército
y
los
diputados huyendo
de Madrid
huyendo de Valencia
huyendo de España
pero qué malos los anarquistas
por querer la revolución social.

Y después la derrota
trabas
delaciones
en fin
ni maquis
ni resistencia.

Los únicos que denunciaron la trampa
de
la
transición
fueron
los anarquistas
así
que había que volver a eliminarlos
y
vaya si lo lograron.
Y
a
votar
y
callar
a
votar
y
callar.

Carteles cuadrados pidiendo el voto al pce
gran alegría de esa izquierda
y
los otros comunismos diciendo que sí que no
pero presentándose por si acaso.
Y cuando la cosa no funcionó
y
se juntaron en izquierda unida, que se deshace
por el poder
y
salen izquierdas alternativas, corrientes rojas y más rojas
y
siempre hay algún diputado
pero
no cambia nada
y los verdes
quisieron ser políticos
y se arrimaron
se juntaron
se dividieron
sobre todo se dividieron
y todo para nada.
Y una primavera se quinceemea
se quinceemea
y
parece que por fin
tenemos
modo de enfrentar
al sistema
sin diputados
sin escaños
sin votos
pero
las traiciones
los emboscados
los preparados
los ascendidos
y
apoltronados
se arrimaron al poder
y
la gran esperanza fue
entonces
equo
viva equo
y se esfumó
como radiactividad caduca
y
anticapitalistas
llena de retales de comunismos añejos
se infiltra
se filtra maneja
se
propaga
se
propaganda.

Y
ahora alguno quiere ser
diputado
pero como sin ganas
si se lo pedimos
en suficiente número
y
con enorme fervor
y
mejor
eurodiputado
que
es más
diputado
y
grita podemos
podemos
tener un diputado
podemos
tener dos diputados
y
yo
no puedo parar
de pensar
en lo parecido que
es
podemos
y
jodemos.



Tonto útil

Siempre señalando a tanto
tonto útil
sin darme cuenta de que yo también lo era.
Lo he sido cada
vez que he agitado las manos sobre mi cabeza
en señal de aplauso y aprobación
y lo he sido
cada vez que he recorrido
las calles gritando
sí se puede
no nos representan
no hay pan para tanto chorizo
o cualquiera de aquellos eslóganes
que creí espontáneos
arrebatadores
pero estaban diseñados con la máquina
de consignas
al igual que cuando repartían
rotuladores
para escribir
la revolución no será televisada
mientras
redactaban los guiones de las
tertulias, los programas, las entrevistas
tan vistas
y lo he sido al creer en
la espontaneidad de la algarada
sin ver que todo era
un experimento de académicos
empoderados
y
de mueca torcida
he sido un tonto útil
como otros miles y miles
hoy
lo tengo claro
al recitar una lista de candidatos
a no sé qué
y confirmar mis sospechas
de forma demoledora
en esto también
todo estaba atado
y
bien
a
t
a
d
o.



Felipe Zapico. Muros marcados con tiza. Ed. Amargord, 2016


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