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viernes, 16 de septiembre de 2016

5 poemas de CAJA DE RESISTENCIA DE JUAN LEYVA





ESE VIEJO


Ese viejo que ves en el sillón, es mi padre.
Duerme sin tener sueño, le sobra la mitad del día.
Su religión son las horas de la comida, le reza a una caja con pastillas.
Mira la tele como si la viera por primera vez.
Quiere que le cuente cosas que no duren más de cinco minutos,
responde siempre lo mismo, como un médico de cabecera.
Antes de salir por la puerta se da la vuelta un par de veces, palpándose los bolsillos, se registra como si quisiera encontrarse.
Le preocupa el tiempo que hará mañana, desayuna de pie, dos galletas de fibra, se limpia las manchas humedeciendo un pañuelo con saliva.

Ese viejo que ves ahí, es mi padre
tan parecido a otros, incluso para mí.
Cuatro veces por semana recorre a los especialistas, rellena boletos de lotería, trafica con partidos de fútbol.
Cada vez que le veo me rebelo contra la oxidación, contra las proteínas.

Ese viejo que ves ahí, sin venir a cuento
le da un beso a mi madre en la cocina
y a mí me guiña un ojo
como si la acabara de conquistar.


***

 
HERMANO

Hola hermano ¿sigues durmiendo?
sé que hay conexión a internet en la eternidad, una megalínea de una capacidad desconocida para nosotros
¿Has visto ya a Hitler? ¿y a Elvis?
te acuerdas de mí, lo sé porque me vienes a la memoria por sorpresa
me han ocurrido cosas ¿las has enviado tú?
te voy a agregar a mi Facebook, este diario desquiciado de los solitarios y desocupados
Hoy hace frío, ese frío que te entra por la memoria, cuando recuerdas el calor de otro tiempo. Un frío que viene a buscarte lentamente, que apresa tu cuello y te recuerda que existe, y te espera.
dime ¿cómo es eso de la eternidad? tú puedes contármelo, recuerda que seguimos unidos
Papá te recuerda, estaba loco por ti, eras su héroe alegre y canalla
Mamá está perdiendo interés por la vida, lo noto. Es como si se fuera despidiendo lentamente: primero de los lugares, después de las personas, apenas tiene plantas.
¿Has visto a Lou Reed? llegó hace poco.
Me tapa la vista una jodida lágrima
El mundo está a punto de explotarnos, no hemos avanzado nada. Antes mataban con guerras, ahora te abandonan a tu suerte y te dicen que es la competencia.
Todo desaparece hermano, Y es como si se fuera formando una nueva raza humana, despegada del lastre de la compasión, de la solidaridad, del amor.
Nos utilizamos unos a otros. Todo el mundo tiene objetivos, y planes, y aspiraciones.
¿cómo me ves desde ahí? ¿podría hacerlo mejor? ¿ser más feliz? ¿he llegado al límite de mis posibilidades?
Hay una caja con tus cosas, has dejado poco para lo mucho que me llenabas.
Hay algo que quiero preguntarte: ¿me porté bien contigo? ¿quedó algo por arreglar?
El otro día cogí una buena. De pronto me golpeaste fuerte, me agarré a aquella barra de bar, y todos riendo, bailando, besándose en la oscuridad. Y yo agarrado a ti, hundido en el fondo, ese fondo donde ya hemos estado alguna vez. Teníamos esa facilidad para reírnos de nosotros mismos. Ahora cada vez resulta más patético, y de regreso todo cerrado, sin nadie, ni siquiera un cuerpo para caer sobre él, una almohada limpia para ensuciarla con lágrimas.
Ya no sé si eres tú o te he ido creando en tu ausencia.
A veces me encierro en ti y pongo mis velas, dejo mi mano sobre ellas, comprobando que todavía soy sensible, que conservo esa parte de mí que te llevaste.
No me jodas, no me digas que no vas a volver. Adopta la forma que sea, pero ven, te llevaré a casa y hablaremos hasta quedarnos dormidos. Te daré esa colección de mierda y la pulsera de cuero. No haré preguntas, sólo háblame.
Como aquella vez. Explicándome frase por frase aquellos silencios.


El otro día estuve, aquella canción
El otro día, ya sabes, más o menos, una vez más.

***
  
TARDE


Era tarde
casi otro día,
quizás más tarde
y tuviste el detalle
de quedarte
un poco más,
casi para siempre.

***
  
FACEBOOK

Enciendes el ordenador, rastreas la piel de la pantalla, haces recuento de "me gustas", alguien ha compartido algo tuyo, le amas y le dedicas un beso interior, muy largo y con buena definición.
Cariño deja de tocarme, me han pedido amistad.
Estudias los datos, parece inofensivo, aceptas y saludas educadamente.
Han llegado hasta ti los fenicios, los suevos, los argonautas. Sus iconos como estandartes, que penden en vertical de tu escritorio. Observas quién está en línea, la luz verde, está libre.
Un chat, alguien quiere saludar, intento algo ingenioso.
Dime, eres primaveral, tienes más colores que un impresionista, redúceme a píxeles, hazme la circuncisión de la religión byte. Llegas a tiempo para la confesión, vamos, ¿cuáles son tus pecados?, todos se parecen, tienes triples vidas sin dejar de ser el mismo.
Un monitor Benq, una torre HP, un módem Movistar.
Estás en Las Vegas, metiendo las monedas de tu tiempo de forma automática, tecleas, buscas la suerte, ese momento en que para alguien eres importante durante cinco minutos, una conversación tecleada, que el satélite almacenará en su vientre espía.
Me he denunciado, no voy a poder entrar en la red. He dado mis datos y un ciberpolicía me advierte de la sanción. Me protejo de mí mismo, me puedo autochatear.
Noticias de política y fútbol, el mundo jibarizado, los lobos son los pastores. Han descubierto un nuevo planeta, pero yo no paso de la Torre del Agua, ese fantasma que brilla como un Banco rescatado.
Los mismos que transmiten las enfermedades nos fabrican los medicamentos.

Tengo racionada la realidad, me la tomo en serio y me sienta mal.
Son los que ganan quienes deciden la historia que tienes que construir.
El módem parpadea en Morse.
Tú HP, me conoces, te gruñen las tripas cada vez que te alimento, te estás haciendo viejo, un día enfermarás sin avisar y perderé lo que no haya guardado, pero es el juego. Volveré a empezar, otra vez limpio de virus, y a llenarme de vida barata. Es el juego, mi amor, mi despensa de letras, mi nicho de mercado.

***

Yo no te recuerdo,
te acumulo
te atesoro.




Juan Leyva. Caja de resistencia. Ed. Algaida. 2015


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